1. Tocar el paraíso…


    Fecha: 13/06/2022, Categorías: Primera Vez Autor: Teseo68, Fuente: CuentoRelatos

    Nunca se olvida la primera vez.
    
    Siendo una muchacha de 18 años aún seguía buscando a quien me hiciera mujer.
    
    Había tenido novios; de todo, pero, solo buscaban su satisfacción propia.
    
    Al estar solos, empezaban a tocarme y acariciarme, sin saber si me gustaba; se regodeaban tocando todo mi cuerpo; para su excitación, para su deleite. Veía sus falos erectos, queriendo salir de la prisión de sus pantalones; en varias ocasiones, tomaba la iniciativa y liberaba esas vergas con cabezas hinchadas, listas para escupir el esperma. Comenzaba a masturbarlos y poco tardaban en venirse; a veces los hacia venirse en 2 ocasiones seguidas para dejarlos satisfechos y no me pidieran algo más. Recuerdo mis manos y mi ropa empapada de semen, ese olor que me gustaba, pero ellos no me sabían preparar.
    
    No soy nada fuera de lo normal, delgada, busto y cadera proporcional a mi estatura; no me vestía ni provocativa, ni escandalosa; pero, ya en la universidad, mi cuerpo me pedía conocer el placer de un hombre de verdad.
    
    Me masturbaba y mis orgasmos eran deliciosos; sin embargo, había algo que mi cuerpo pedía y no sabía que era. Así que me decidí a buscar un espécimen que me quitara la virginidad y me permitiera gozar.
    
    Entonces lo vi; un profesor de historia que yo admiraba y me atraía. Vistiendo elegante pero tradicional; de hablar pausado y modales refinados. Sabía que él podía ayudarme con mi situación; necesitaba planear algo.
    
    En cierta ocasión, tenía yo que presentar una investigación sobre el imperio azteca y le pedí que si me podía revisar mis notas. Le comenté que si me permitía invitarlo a comer. Aceptó de buena gana y quedó de ir por mi a mi casa un viernes para ir a un restaurante para leer el borrador y hacer correcciones.
    
    Llegó puntualmente, mis padres trabajaban y tenía la casa a mi disposición por algunas horas. Cuando llegó, me encontró en el comedor trabajando en la computadora. Me disculpé porqué no estaba lista; se ofreció a empezar a revisar mientras me cambiaba. Cuando regresé con él, traía una falda y una blusa; nada atrevido. Él estaba absorto en las notas me acerqué y me explicaba los puntos que debía modificar y lo que había que ahondar.
    
    Nuestros rostros estaban muy cerca. Tomé la iniciativa y me atreví a besarlo. Al principio, lo sentí sorprendido; sin embargo, se recuperó y contestó a mi acercamiento. Mi mente se empezó a nublar; más que besarme, sentía que le estaba haciendo el amor a mi boca; nadie me había besado así; sus labios acariciaban los míos; su lengua entró en mi boca y masajeaba la mía, enseñándome que hacer. Sus manos, no tocaban rudamente; sus dedos acariciaban mi mano casi sin hacer contacto, como si acariciara el espacio entre sus dedos y mi mano. Esa sensación electrizaba mi cuerpo; sentí todos mis nervios erizarse, quería sentir más. Sin despegarse del beso, me acariciaba el pelo y la nuca, provocándome aún más. Se separó de mis labios y comenzó a besar mi oreja y mi cuello; algo me sucedía, mi ...
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