1. En las piernas de mi tío


    Fecha: 06/07/2019, Categorías: Fantasías Eróticas Incesto Masturbación Autor: MayaLugares, Fuente: SexoSinTabues30

    Tenía nueve años y era muy traviesa, me gustaba ir de allá para acá aunque usará vestido. Me gustaba sentarme con las piernas abiertas, levantar mi vestido y ver cómo los hombres de la familia me veían de vez en cuando al hacer eso y las mujeres me retaban.
    
    No voy a mentir que a esa edad ya no era una niña caliente. Me encantaba refregarme en cosas duras como los caños de las sillas en mis nalgas, las puertas, las almohadas y una muñeca de trapo grande que fingia estar cogiendo con ella. Todo me encendia.
    
    Pero lo que más hacia era sentarme en las piernas de algunos hombres de la familia. Mis tíos y mi padrastro mientras jugaba en un celular y sentir sus bultos en mis nalgitas.
    
    Dónde más me gustaba estar era el de mi tío mas joven, un chico alto de 25 años de edad, que le gustaba cuidarte y usar pantalones sueltos de jogging que le marcaba todo su miembro, y que me dejaba ser. Y yo contenta en poner ahí mi culito, grande para la edad de una niña, sintiendo contenta el bulto que se volvía rígido una vez que mis nalgitas que acomodaban ahí, ya que las bombachitas se me metían mucho entre ellas y entonces hacían función de tanga, se podía sentir mucho mejor lo que había allá abajo que me sacaba suspiro.
    
    Mi tío «favorito» era complaciente conmigo, le gustaba que yo me moviera de adelante hacia atrás, que hiciera círculos con mis caderas y diera pequeños saltitos, todo con un límite de velocidad y si se encubria con el juego que estaba jugando. Pero a mí me gustaba más el roce de aquello duro en mi vaginita que me hacía sentir rico. A mi tío no parecía preocuparle, solo me acomodaba cuando me iba mucho, me apretaba a el en un abrazo y lograba sentir aquello duro ahí abajo. Pero a la vista de las demás personas esto era un juego.
    
    Un día fui a más, en una reunión estuve en las piernas de otro tío y me sentía extraña, era como si quisiera sacarme un calor de adentro mío, quizás fue porque un rato atrás ví a escondidas como mis primos veían grupalmente un vídeo en una habitación y se masturbaban. Pero ninguno de mis tíos me dejaba por mucho tiempo en sus piernas, sabiendo que podría meterme en líos. Hasta que llegó mi tío favorito con una sonrisa y pantalones cortos sueltos, mi mirada se mantuvo en aquel lugar donde estaba su pija, sabiendo que queria montarme ahí rápido.
    
    Recuerdo que mi tío decidio ir al sillón, que separaba la sala del comedor por una habitación, estaba enojado con mis abuelos. Desde la mesa no se podía ver los sillones y milagrosamente todas las personas sentadas en el sector donde no se podía ver. Así que ahí fui con todo el coraje mientras iba a abrazarle con dulzura viendo que su rostro se transformaba en una sonrisa.
    
    Me senté en sus piernas frente a el y mi vestido de flores se alzó un poco, pero solo comencé a preguntarle cómo fue su día, y cosas que el me respondía cuando hablaba con una niña pequeña. Pero yo no era pequeña, yo solo pensaba en sentir su bulto sobre mi vaginita. Y lo comencé a sentir, aunque ...
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