Aprendiendo de Javier II - Relatos Eróticos

Aprendiendo de Javier II

... pude, realmente era enorme, así que mientras succionaba con mis labios y mi lengua la parte alta, lo masturbaba con mi mano, sabia muy bien.

Mis ojos no se separaban del rostro de Javier, que estaba extasiado, pero en un momento me percate que las chicas ya no estaban donde antes, se encontraban a un lado de nosotros dándose placer entre ellas, y apesar de que siempre me considere heterosexual esto me puso al cien y mis movimientos se hicieron mas rápidos, Javier gemía, yo empece a ocupar mi mano para masturbarme, y el movía mi cabeza. Ahora todos gemíamos como locos, casi me sorprendí de que nadie mas apareciera.

Sentía el pene de Javier cada vez mas dentro, era tan excitante, en un segundo sentí como su miembro se clavaba hasta mi garganta, y lejos de sentir asco me sentí cerca de la cima de nuevo, sentí como su polla dio un brinco y soltó varios chorros de leche en mi garganta, esto me basto para correrme casi tan gloriosamente como la primera vez, mientra me tragaba todo su semen.

las chicas estaban también en su éxtasis.

El me levanto y me susurro al oído.

-Yo diría que te doy un siete, pero podríamos mejorarlo con la practica.

lo mire un poco extrañada, no creí volver a verlo, la idea me hizo enrojecer de nuevo. Entonces me di cuenta que anochecía.

-Rayos, tengo que irme-

Busque mi pantalón y me lo puse, saque el móvil de inmediato y vi que apenas tenia 15 minutos para llegar a casa.

-¿no me darás tu numero?

-claro.

le di el numero y salí como rayo buscando a Adrian.

-¡Clay!- exclamo Adrian cuando me vio entre la gente -¿donde estabas?

-por hay

-¿que tal te callo Javier?

enrojecí por enesima vez en la noche ante la pregunta, pero el no lo noto, gracias al alcohol.

-muy bien, pero tengo que irme Ad, nos vemos el lunes ¿si?

-tan pronto

-sip

-Esta bien, no quiero que se enojen mis suegros- solíamos jugar así, pero esta vez me sentí mal porque yo sabia que Adrian si sentía algo por mi. Reí nerviosamente, y salí de la casa.

no fue hasta que estaba en bus que recordé que Javier se había quedado con los restos de mi tanga y sonreí mientras sentía una punzada en mi entre pierna.

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Les agradecere sus comentarios y votaciones, de nuevo intentare subir lo mas pronto posible la siguiente parte, gracias a los que votaron en la primera parte, espero esta les guste.