1. La tía Loulu


    Fecha: 04/07/2019, Categorías: Sexo con Maduras Autor: subtitulados, Fuente: CuentoRelatos

    Todo comenzó como un juego y terminó siendo una de las experiencias más excitantes de mi vida y es que tener sexo con una mujer madura siempre es de lo mejor.
    
    Loulu así le decimos de cariño a una tía lejana de mi esposa, en ese tiempo apenas era el novio de Leticia, ella en ese momento tenía 47 años yo apenas tenía 21, siempre era muy fiestera y le gustaba estar con los jóvenes, era dueña de un buen cuerpo, piernas torneadas grandes nalgas tetas grandísimas, era una tentación para cualquiera.
    
    Una ocasión me tocó ir a esperar a Leticia a casa de ella, ya que según tenían una fiesta, al entrar noté que solo estaba su prima y Loulu, ella me miró muy coqueta, y casi me besa la boca, su hija salió con sus amigas dejándonos solos en espera de mi esposa.
    
    L: ¿Y cómo va todo en su relación?
    
    Lu: Pues ahí vamos paso a paso
    
    L: ¿Mi sobrina está muy buena verdad?, lo heredó de nosotras jajá!
    
    Lu: jajá supongo que si
    
    L: ¿O tu qué crees?
    
    Lu: ¡La verdad no quiero responder jajá!
    
    Ella me sonrió y me dijo que se iba a su recámara yo me quedé nervioso sentado en el sofá esperando a que llegara mi novia, ¡pero no mas no! De pronto escuche su voz…
    
    L: ¡Luisito puedes ayudarme por favor!
    
    Lu: Este… ¡Ok ahora subo!
    
    Al llegar a su cuarto, ¡puta madre! Estaba ella solo cubierta de una bata que transparentaba sus tetas, enseñándome sus ricas piernas de una mujer madura, ¡al verla sentí una adrenalina recorrerme y muchos pensamientos invadieron mi cabeza!
    
    ¡Me quedé pasmado observando cómo se acariciaba las piernas y como con sonrisas sarcástica me invitaba a hacerla mía de una vez por todas!
    
    Lu: ¿Pero qué haces tía?
    
    L: ¿Te gusto papito? ¡Ven acércate amorcito!
    
    Lu: ¿Pero tía? ¡Su sobrina es mi novia!
    
    L: ¿Y qué? Solo te voy a usar
    
    Lu: ¡Dios mío no puedo más que rica estas!
    
    Me lancé sobre ella, mi boca comenzó a besar sus torneadas piernas, desde sus talones hasta sus ingles, ¡parecía una fiera muerta de hambre que comía como si nunca hubiese comido!
    
    Quité su tanguita blanca para encontrarme una pepa bien depilada y bonita parecía ser de una chica de 20 años, pero era de una de casi 50, la comencé a besar con pasión, ¡ella gemía y apretaba mi cabeza!
    
    L: ¡Oh! Luis amor que rico!
    
    Lu: ¡Que rica esta tía! ¡Tu coño es una delicia!
    
    L: Comételo papi, ¡que rico!
    
    Lu: ¡Sabes rico y que apretada esta!
    
    Después de comer su rica pepa, subí le quité su bata para comenzar a devorarme sus grandes tetas, ¡y es que dios! ¡Era una súper tetona mis dos manos apenas si podían apretar una sola! Con mi lengua lamia con fiereza sus tetas y mordía sus pezones grandes como monedas, ¡esto me ponía más y más dura la verga!
    
    Lu: ¡Eres una puta tía! Que tetas más ricas tienes, ¡ven mastúrbame con ellas!
    
    Me senté en la orilla de la cama, ella se hincó y comenzó a masturbarme con su ricas y grandes tetas, ¡mi pene comenzó a ponerse durísimo! ¡Mientras ella con su lengua jugaba con la cabecita de mi pene!
    
    Lu: ¡Tía que rico! dios ...
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