El Amor de un sumiso - Relatos Eróticos

El Amor de un sumiso

Nos habíamos casado hacia ya 5 años, conocí a Juan en el trabajo, ambos trabajábamos en una cadena de supermercados muy conocido, el era supervisor de caja y yo cajera, al principio solo era el dialogo normal del trabajo, con el paso del tiempo fuimos entablando cierta amistad y para una despedida de fin de año nos pusimos de novios, luego de tres años de noviazgo decidimos casarnos, el con 26 años y yo con 29. Habia algo en el que me daba paz, me daba tranquilidad, y yo realmente necesitaba eso, mi vida había sido una carrera contra reloj, aunque nunca pude explicarme el porque.

Nuestro matrimonio marchaba bien hasta que una amiga me hizo ver que Juan pasaba mucho tiempo con Nicolas, un chico nuevo que era del interior del país, se habían echo muy amigos, y estaban todo el día juntos. Era en cierta manera un poco raro, porque Juan trabajaba en la linea de cajas y el muchacho era expositor, generalmente los veía desaparecer en los depósitos al medio día.

No paso mucho tiempo para que Juan invitara a su amigo a nuestro departamento, era un joven agradable, Nicolas tenia 19 años y era muy callado y reservado, un sábado quedamos en cenar en casa, compramos pizzas y cervezas, los chicos tomaron un poco de mas, en especial mi marido, que al no estar acostumbrado la bebida le pego mal y estaba casi ebrio, le pedí que deje de tomar, pero el con una risita idiota seguía tomando, en algún momento de la noche note como nuestro invitado me miraba, y sentí esa mirada como si fuese de deseo, en una oportunidad cuando Juan ya casi hablaba idioteces fue que Nicolas tomo su verga sobre el pantalón y la apretó mientras me miraba con deseo, lo hizo durante unos segundos, mañana debería hablar con Juan de este tema, me canse de sus idioteces y me fui a dormir, el mocoso tenia un bulto enorme y me costaba sacarme esa imagen de la cabeza, estaba un poco excitada, tal vez el alcohol estaba jugandome una mala pasada, en la cama sin hacer ruido y mientras los sentía charlar, me hice la paja.

No podía sacarme de la cabeza el tamaño de ese bulto en el pantalón,busque mi consolador favorito, un negrito de gran tamaño, lo lubrique y con urgencia lo introduje en mi vagina, me retorcía como una serpiente en la cama por el placer que me daba el tamaño de la verga de goma dentro mio, y ni que hablar cuando me lo enterré en el culo, no pude evitarlo y de mi garganta nació un gemido largo y profundo, no me costo mucho trabajo llegar a un placentero orgasmo, lo hice pensando en la verga que se escondía tras la bragueta de nuestro invitado.

A eso de las tres de la mañana me desperté con muchas ganas de orinar, y vi luz en el comedor, estaba descalza, así que sin hacer ruido me asome tras las cortinas y lo que vi me dejo perpleja, mi marido le estaba chupando la pija a su amigo, que digo pija, tremenda poronga tenia el mocoso, mas del doble que la de mi marido, ademas mientras el le chupaba la poronga a su amigo, este le metía los dedos en el culo y lo hacia gemir como a ...