1. La novia de mi amigo me dio el culo, pero se negaba a mamar


    Fecha: 02/07/2019, Categorías: Infidelidad Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... sus propias nalgas.
    
    Las que luego de sepáralas suavemente comencé a lamer, por lo que me supongo que se dio cuenta de que era lo que yo deseaba.
    
    Como ella misma me dijo. “En mi vida, hasta esos instantes, nunca había ni pensado remotamente en llegar a mantener una relación anal”.
    
    Pero a medida que mi lengua continuaba acariciando y ensalivando su piel, yo con mis manos y dedos fui separando sus nalgas.
    
    Entre el miedo que ella decía que tenía, de que eso le doliera, y la curiosidad de saber que se sentía, sumisamente dejo que mis manos separasen sus nalgas, para quedarse con sus nalgas al aire, y sus piernas separadas.
    
    En un abrir y cerrar de ojos me quité toda mi ropa, pera de inmediato comenzar a irle introduciendo dentro de su cuerpo mis dedos, al tiempo que le decía lo linda, y paradas que tenía sus nalgas, que procurase no ponerse tensa para que disfrutase todo lo que yo le iba hacer.
    
    La novia de mi amigo, realmente procuro seguir mis consejos, a medida que, con alguno de mis dedos, le fui penetrando lentamente su culo.
    
    A diferencia de dolor que ella se imaginaba iba a sentir, la sensación de que mis dedos entrasen dentro de sus nalgas, una y otra vez, fueron dilatando su esfínter, se tranquilizó y hasta comenzó a disfrutar de todo lo que yo le hacía.
    
    No era la primera vez que yo hacía eso, mi manera de hablarle, y de tocar su cuerpo, la fue preparando, hasta el momento en que comenzó a sentir como mi miembro se abría paso suavemente dentro de su culo.
    
    A medida que continuaba introduciéndole mi miembro, poco a poco, ella fue descubriendo ese raro placer, del sexo anal.
    
    Sin que yo le dijera nada en lo absoluto, ella comenzó a mover suavemente sus caderas, al tiempo que yo me deshacía en bellas palabras sobre su cuerpo.
    
    Sentí cuando mi cuerpo entró en pleno contacto con el de ella, hasta el ligero golpe de mis testículos contra la parte baja de su coño, lo que la terminó de volver loca de felicidad.
    
    A pesar de lo mucho que ella había bebido, me decía que sentía todo dentro de ella, de cómo mis manos la sujetaron fuertemente por sus caderas, y como le empujaba una, y otra vez mi miembro dentro de su apretado culito, haciéndola sentir una delicia, que nunca antes ella, ni tan siquiera hubiera sospechado que podía disfrutar.
    
    Al tiempo que continué clavándole toda mi verga una y otra vez, con una de mis manos le agarré con fuerza su mojado coño, y al tiempo que por una parte le enterraba mi buen pedazo de carne.
    
    Mis dedos hábilmente la tenían bien sujeta por su clítoris, arrancándole profundos gritos de placer, al punto que la hice disfrutar de un tremendo orgasmo como nunca antes lo había disfrutado, según ella misma me dijo.
    
    Le dejé todo su culo por dentro lleno de mi semen, y cuando extraje mi verga, de sus apretadas nalgas, sonó como si hubiera descorchado una botella de champan.
    
    Por un buen rato permanecimos acostados una al lado del otro, hasta que me levanté al baño y me lavé todo mi ...