Vida de una perra - Relatos Eróticos

Vida de una perra

Era un nuevo día y este día era especial pues llevaba tiempo preparándolo para hacerlo, planeaba hacer uno de mis máximos desafíos y bajo una amenaza de nivel mayor, comencé con un desayuno de dos latas de comida para perro pues seria un día largo y lo necesitaría, me coloque todo mi conjunto e grilletes y enganche la campanita a mi aro del pubis haciendo que un tintineo sonara cuando me movía, arregle una pequeña mochila que compre ayer con el resto de las cosas que usaría y saque de la bolsa de ropa un vestido rojo que estaba bastante ajustado, se vería la campana un poco por debajo y no usaría nada más.

Tras tenerlo todo listo salí de mi departamento, a pesar de miradas raras de gente no se si por mi vestido tan revelador o si por ir descalza por las calles con mi mochila cargada, tras cerca de 3 horas de andar y pedir un taxi el cual estoy segura que no dejaba de mirarme por el espejo finalmente llegue a mi destino, la parte opuesta de la ciudad a mi departamento, para ir tendría que travesar muchos sitios, andar por horas ya que no iría en taxi y más cosas que había planeado.

Me fui a un callejón apartado y mire el cielo, las cosas iban como estaba planeando y comenzaba a atardecer, el día volaba cuando estas tan emocionada con esto, me quite el vestido y abrí mi mochila para alistarme.

Primero que nada, procedí a quemar mi vestido, verlo arder me emocionaba pues no tenia mas que usar y ahora debía estar desnuda hasta llegar a casa.

Seguidamente me coloque una mordaza de bola grande que me hacia abrir la boca bastante y dolía un poco al cabo de un tiempo, luego saque unas cadenas gruesas y pesadas, una estaba destinada a unir mis grilletes de tobillo permitiéndome solo dar pasos cortos y no poder correr, unas cadenas mas delgadas un tanto mas pequeñas que el largo de mis piernas unieron mis labios vaginales a la cadena gruesa de mis pies haciendo que si me movía rápido o levantaba erguida mente me estiraría como nunca.

Saque una pequeña cartulina y un plumón donde procedí a escribir “Si me encuentras úsame todo lo que quieras”, el cartel iría colgando en mi barriga para no ocultar mis pechos colgando de una cadena unida a mi collar, esto aria para informar si me veían que podían usarme sin limitarse pues no podría ofrecerme verbalmente.

Todo iba bien, procedí a atar el plumón al collar con una cuerda pequeña para que igual escribieran si me tenían, por último, tome un candado y tras un poco de esfuerzo lo uní a la hebilla de mis muñecas y tras un fuerte suspiro mental lo cerré, no tenia llaves de nada hasta llegar al departamento, y ahora estaba bastante lejos y bien sujeta, mi plan seria evitar ser descubierta.

Había llegado temprano pues quería pasar un rato ahí hasta que anocheciera, el estar en un callejón con basureros era un olor fuerte y las moscas me estaban molestando, pensaba en que si alguien me veía allí me usaría y tiraría como una toallita en el basurero, desgraciadamente no paso y una ve vi las luces de la ...