Mari 1 - Relatos Eróticos

Mari 1

... caderas y se lo bajé, estaba bien depilado y olía de maravilla, ese olor dulce que me vuelve loco. Besé sus labios despacio, los lamí uno por uno y entre ellos pero sin meter la lengua, se estremecía a cada caricia de mi boca mientras mis manos jugaban con sus tetas. Arqueaba la espalda con cada caricia.

Y hundí mi lengua buscando su clitoris, hinchado, su humedad mojó mi barba, impregnando de su olor. Allí sin meterle dedos ni nada solo con mi lengua se corrió de una manera brutal gritando desesperada mientras apretaba mi cabeza contra ella.

Recuperando la respiración me dijo

- Yo también quiero, date la vuelta y sigue ahí.

Me movi hasta quedarme de lado con mi cabeza entre sus piernas, y mi polla quedando frente a su cara. La besó, la lamió y se la metió toda en la boca, de golpe, yo le lamia el clitoris y le metí dos dedos dentro de su ya muy mojado coño. Movía sus caderas contra mi buscando alargar el momento o buscando su placer. Poco me importaba solo pensaba en comérmelo.

Saqué mis dedos, y con uno empecé a jugar con su culo, resiguiendo su agujero mojandolo intentando entrar y al ver que no decía nada lo metí poco a poco, entero mi dedo corazón en su culo muy estrecho. Eso le arrancó un gemido que ahogó tratándose mi polla otra vez. Puso sus manos en mis nalgas y se folló su propia boca. Ella me empujaba contra ella, note como se metía toda y mis huecos golpeaban su frente mojada ya del sudor. Porque hacia esa tarde un calor infernal.

Cada vez ella apretaba más para que se metiera más rápido, y empezaba a gemir más, con más fuerza, pues yo no paraba de lamerla y fallarle el culo y el coño con mis dedos…

Me iba a correr lo notaba muy cerca y se lo hice saber, dejé de lamerla y sin sacar mis dedos- Mari que me voy a correr… pero ya…-

Ella solo siguió metiéndose con más fuerza , eso me calentó más aún, sus gemidos iban en aumento.

Noté como el primer chorro cayó en su lengua y sin parar de recibir todo mi semen en la boca se corrió . Gimiendo y aguantando mi polla entera en su boca no la dejó salir hasta que no se acabó de correr y como le duro creo casi fue un minuto.

Nos dejamos caer de espaldas , sudando, recuperando el aire, saciados de habernos comido.

Me.incorpore para admirar su cuerpo desnudo y brillante y le sugerí ir a la ducha…

Gracias por leer mis relatos. Es interesante y excitante recordar estos buenos momentos y compartimos con vosotros. Espero los disfrutéis tanto como yo. Saludos para ellos y besos para ellas. No dudéis en escribir. Todos seréis respondidos.

Hasta otra.