Aumento de sueldo y sus efectos colaterales (ll). - Relatos Eróticos

Aumento de sueldo y sus efectos colaterales (ll).

—Mire Ud. que fotos más lindas— dice mi empleado acercándome su celular para que yo pueda ver como en la pantalla aparece una tras otra las fotos de su mujer.

—Puedes llamarme Jacinto, que ahora no estamos en la oficina—le contesto para crear un ambiente de confianza entre nosotros.

—Son de este verano…de las vacaciones…hicieron un concurso de “camisetas mojadas”…tras insistirle mucho Lidia se presentó a la selección y termino por llevarse el primer premio.— me dice pasando el dedo sobre la pantalla para que se vean todas las fotos que tiene guardadas.

Reconozco que la fama que tiene su esposa entre el resto de empleados está bien merecida. Realmente tiene unos pechos de película, grandes sin ser exagerados, tiesos y erguidos desafiando la gravedad…parecen las dos mitades de un melón pegadas a su pecho. Bajo la tela se adivina un pezón como una avellana, que está rodeado por una aureola que los realzan.

Niko es un buen colaborador para mi empresa y he decido subirle el sueldo. He pensado que en vez de darle la noticia tal cual, me lo agradecería mas si antes le hacia sufrir un poco, por lo que he empezado diciéndole todo lo contrario…que la cosa no iba bien y que había que hacer recortes y prescindir de sus servicios.

No se lo ha tomado nada bien y tras tratar de argumentar en la defensa de su puesto de trabajo ha caído en la tristeza. No lo he dejado ahí, enseguida le he dicho que mi intención era subirle el sueldo para premiar su entrega y dedicación.

A partir de ese momento su estado de animo ha cambiado y me ha comentado que iría a celebrarlo con su esposa. Esa de la que toda la oficina habla por su magnífica pechera.

—¡Que envidia me das chaval!...salir a cenar, con un gran motivo que celebrar y acompañado por tu esposa… me han hablado de ella, muy bien por cierto…tus compañeros te envidian, lo sabes ¿verdad?

—Si, Lidia es una mujer estupenda, y también está muy bien…¿Qué voy a decir yo? Si soy su marido— me dijo con orgullo.

—¿sabes? me gustaría conocerla… es bueno que en la empresa seamos como una gran familia— le deje caer para ver como reaccionaba, a lo que me contestó:

—Lo del aumento de sueldo…¿quizás lo podríamos negociar al alza?...¿no te parece

Tras estos tira y afloja, llamó por teléfono a Lidia y queda con ella en un restaurante para celebrar algo que todavía no le cuenta. Lidia llegó causando admiración por endiablado balanceo de unas tetas tan bien puestas sin ayuda de ningún sostén.

Con la complicidad de Niko repetimos la historia del cese a lo que ella ha procurado por todos los medios a su alcance revertir la situación. Entre las cosas que ha intentado destaca su ofrecimiento durante una breve ausencia de Niko:

—¿qué podría hacer yo para convencerte?... nos hace mucha falta el trabajo, la hipoteca…ya sabes…

—Estoy dispuesta a lo que haga falta— dijo ella mostrando con orgullo sus tetas. Después de amasárselas un poco, puso ambos brazos cruzados por debajo para realzar aún mas su ...