1. Fuera de temporada


    Fecha: 26/06/2019, Categorías: Infidelidad Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... padre de Rico se le acercó y le dijo:
    
    –No se lo tome a mal, amigo, pero creo que le está dando demasiado el sol… Parece un bogavante… Debería subir arriba, a su habitación. Y descansar un poco. Si no, cogerá una insolación.
    
    Tal vez tenía razón. Total, Mabel no parecía que fuera a echarle de menos:
    
    –Creo que me subo a la habitación. Me pesa la cabeza. ¡Demasiado sol!
    
    –¡No te marches! ¡Es lo mejor de la fiesta! –y movió las caderas, consciente de que con ellas y ese bikini verde podía hipnotizar a cualquiera. Y más a su propio marido.
    
    Pero ese día no funcionó. Dimas miró los cuerpos esculpidos de los surfistas, se reconoció en sus sardónicas sonrisas, también como esculpidas… y se batió en retirada.
    
    El propietario y su acompañó hacia la entrada del hotel. Lo último que vio Dimas de Mabel a ras de suelo fue que estaba entre dos de los surfistas, riéndose de lo que decían y con otro vaso en la mano que también le habían dado ellos.
    
    Dimas se sentía fatal. Tendría que haberla defendido, pensaba. Pero defendido de qué, cuando ella estaba encantada. Hubiera tenido que proteger su matrimonio, pero protegerlo de qué: nunca desde hacía años habían estado tan unidos y ella tan entregada. Sentado en la cama, con la cabeza entre sus manos, se dijo a sí mismo que al menos tenía que haber intentado proteger su amor. Pero, protegerlo de qué. ¿Cuándo habían estado más en sintonía? ¿Cuándo habían gozado más de manera mutua? ¿Cuánto se la estarían metiendo…
    
    Se levantó y miró por la ventana. Fue más fuerte que él. Le dolía el alma, sí… Pero no era la única cosa que le dolía y se trataba de partes mucho menos nobles.
    
    Vio a Mabel arrodillada sobre una de las tumbonas, algunas de las pollas le quedaban a la altura de la cara, otras más abajo. Lo guapos primeros, y más cuando estaban tan bien dotados como los dos surfistas a los que se la estaba chupando con fruición. Ahora, tú. No, ahora el otro. Cadencia, perfecto reparto de los tiempos. Los mangos que se habían quedado más abajo, fueron los de Rico y Pelayo: los feos de la función… Pero se los sacudía vigorosa, uno a la derecha y otro a la izquierda. Que un buen sistema de reparto es la base de la igualdad. Rico fue el primero en correrse, pero ¡qué lechazo! Al menos visto desde arriba impresionaba.
    
    El chico había quedado fuera de combate. En breve los surfistas demostraron que los aquellos trabajados abdominales podían aguantar la presión pero no así sus mingas, siempre menos impresionantes… Que cedieron a la succión de labios y juegos de lengua de Mabel… que desde arriba no se veía con detalle, pero incluso así era peor para Dimas porque lo que no veía se lo imaginaba. Y no podía dejar de pensar que a él no se la había chupado nunca. Algo le punzó dentro… envidia. Sin embargo, se sentía extrañamente tranquilo mientras veía como Mabel se dejaba hacer… Encantada de conocerse, de los gin tonics a media mañana y los aperitivos de rabo… Como si fuese consciente de que después de aquellos ...
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