En busca de pies - Relatos Eróticos

En busca de pies

Buenos días de nuevo, después se mucho tiempo sin aparecer quiero compartir mis experiencias fetichistas.

Esta vez una de las muchas veces, en un avión de Barcelona a Budapest viví una de las mejores experiencias. Es verdad que hay muchas parecidos por que las estoy buscando y preparando. Desde antes de embarcar busco y me acerco a la mujer que lleve tacones o sandalias abiertas y calzado sexy. Si puedo entablar conversación bien sino también por que lo que estoy buscando sentarme a su lado o en el asiento justo delante de ella.

Esto mismo busco en un autobús, tren ,cine o concierto.

Esta vez mi mirada se me clavo en las manoletinas verdes de una chica, de unos 30 años que sentada en una cómoda silla en la sala de espera, reposo sus pies sobre su maleta.

No tenía sitio a su lado por que los asientos de al lado estaban ocupados como casi todos los asientos ya que salían varios vuelos.

Observe que la chica no le daba mucha importancia a casi nada ya que estaba todo el rato con su teléfono y así me acerque y me senté en el suelo a menos de medio metro de sus pies. Al percatarse de la situación encogió sus piernas y retiro poquito su maleta, tumbandola delante de su asiento para volver a subir sus pies encima.

Tengo que pensar el siguiente paso ya que me había quedado bastante lejos de sus pies. Aproveche el momento, en el que pasaba un grupo de viajeros muy cerca de mi y me retire acercándome otra vez a sus pies.

Parece que lo ha notado, pero no le ha molestado ya que no parecía tener intención de mover sus pies.

Tenía mi pierna tocando su maleta de tal manera que si ella quisiera bajar su pie me tocaría con su zapato. Es lo que buscaba.

Pasados unos momentos parece que se dio cuenta que le miraba los pies e hizo resbalar su pie para tocar mi pierna. Emocionado y lucrativo no hice mención para que ella siga su juego en el caso de ser verdad.

Según experiencia, la paciencia dará su fruto ya que en estos momentos si ye mueves todas todo por la borda.

5/6 minutos sin moverme para que llegue a dejar escurir su pie cual ahora reposa sobre mi muslo con sus sexys manoletinas. No me atreví, pero con el rabillo de mi ojo observe que me está mirando, esperando el momento en el cual yo giraria la cabeza para encontrarnos las miradas. A escondidas le hice varias fotos con mi móvil y las oculte por si acaso.

Estaba emocionado pensando en el siguiente paso al subir a avión. Necesitaba moverme y no quiero molestarle ya que puede quitar su pie de mi muslo, así que apoye mi mano en el suelo muy cerca de su maleta, movimiento que hizo levantar su pie. Cabreado conmigo mismo por moverme, pasados segundos sentí un pisotón en la mano pero al darse cuenta volvió a cambiar de posición ubicando su pie encima de la maleta.

Una llamada la hizo resaltar y ahora está pisando mi mano con sus verdes y brillantes manoletinas. Al estar tan cerca gire la cabeza para admirar la piel de sus pies aprovechando que estaría concentrada en la ...