1. El pis del vecino


    Fecha: 24/06/2019, Categorías: Gays Autor: VariadDntd, Fuente: CuentoRelatos

    ... admites, está bien". Nos quedamos hablando un rato (no recuerdo de qué), pero hablamos un poco de "cosas sexuales de los gays", yo le acabé confesando que me encantaría chuparle el pene. Me dijo que él no era gay, que ya tenía que terminar el trabajo ese día, pero que tenía muchas ganas de orinar, que si nos podíamos hacer un favor mutuo. Me preguntó directamente: ¿Te puedo mear en la boca? ¿Dentro, o sea, que te la bebas?
    
    Al escuchar esto, se me paró la verga. Le dije que sí, bajó su cierre y se la sacó... una verga muy bonita, rosa, sin venas, y larga estando flácida. Abrí la boca, y me dijo "ahí va". En ese momento no me importaba que pasara nadie, igual ayudaba que era muy noche, de vez en cuando pasaba alguien pero cada vez menos. Vi como salió el primer chorrito de pipi de su verga. Al principio no le atinó, me cayó en mi suéter en todo el pecho, pero ya después sentí las primeras gotas calientes en mi cara, un chorro agresivo en los ojos. Recuerdo como hice mi cabeza hacia atrás sin mover el cuerpo, abrí bien la boca y cayó dentro. La sensación es muy morbosa. Sentí su chorro caliente que me ardía en la garganta y me la pasaba como si fuera agua. Él tenía mucho que orinar, como un 90% me lo tragué. Cuando él terminó, todavía se escurrió jalándose y sacudiéndosela un poco y sentí como sus últimas gotitas saladas cayeron en mi lengua.
    
    El muy bastardo me dijo "ahí tienes putin, para que no te de frío". Yo tenía mi verga parada debajo de mi pantalón, estaba excitado, le pregunté "la puedo probar?" Con la cara me dijo que no, yo le insistí, me hizo rogarle casi. Me dijo: "ok, sólo la puntita y para regresarte el favor, no me la mames"... y fue bajando los escalones de su escalera. Tenía por fin su verga flácida a la altura de mi cara, separados por las rejas de su puerta, se estiró el prepucio y con la punta de mi lengua le froté esa deliciosa área del frenillo y el glande, soltó un gemido y me dijo "ya". Quitó su verga y se dispuso a subirse de nuevo a la punta de la escalera. Yo por último aproveché y le acaricié una de sus piernas, alcancé a tocar tanto muslo como rodilla y sobre todo su pantorrilla. Me dijo: "Ya regrésate a tu casa amigo, tengo que terminar de pintar... no vayan a sospechar en tu casa que andas de joto, bebiendo los orines de otros hombres"
    
    Le dije: "ok, gracias, buenas noches" y me fui para mi casa. Me lavé los dientes, me enjuagué la boca y me la jalé esa noche pensando en lo que había vivido. Brincó el semen de mi verga y me salpiqué el pecho. Ya no he vuelto a ver a ese sujeto, cuando paso por ahí. 
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