1. Mi esposa y su fantasía


    Fecha: 05/02/2022, Categorías: Primera Vez Autor: Vial78, Fuente: CuentoRelatos

    ... pero si podía permitir que lo disfrute.
    
    En sus ojos podía ver la excitación y la lujuria.
    
    Su mirada fijada en la mía, y yo impávido ante la situación.
    
    Su vulva dispuesta a recibir el miembro erecto de Yonatan, sus ojos me transmitían el placer que sentía casi parecía sentirlo yo, mi mente volaba y se perturbaba entre el placer y la incertidumbre.
    
    Su rostro mostraba una expresión inequívoca de placer y desenfreno.
    
    Intento introducir el miembro de Yonatan en mi vulva hinchada por la excitación pero es inútil siento un ardor molesto, aunque toda la zona está muy lubricada producto de mis fluidos no puedo hacer que su miembro ingresé. Cuando parece que está por entrar se dobla y tengo que volver a colocarla en posición, luego de muchos intentos logro que algo ingrese pero me genera muchísimo dolor dando un grito automáticamente la saco.
    
    La verdad me siento algo frustrada, no doy más de la calentura pero no logro poder penetrar el pene de Yonatan en mi.
    
    El falo de Yonatan intentaba ingresar pero no era tarea fácil, la vagina de Karina no está preparada para semejante tamaño.
    
    Está claro que a fuerza podría entrar, pero Yonatan sabía que la idea era que mi esposa lo disfrute y no que la haga pasar un mal rato.
    
    En lo personal no se porque, pero el hecho de que la penetración este costando me generaba mucho morbo y exitacion.
    
    Tengo bastante experiencias con mujeres a las cuales les costó ser penetradas por mi, pero sin dudas Karina está siendo la más complicada. Era evidente que su vulva solo estaba acostumbrada al tamaño de Mauro.
    
    Trato de ser muy suave para no lastimarla o incomodarla, dejo que ella lleve las riendas pero se complica. En un momento parecía que mi verga lograría entrar pero ella dio un grito y se alejó.
    
    Se siente empapada pero a la vez nerviosa.
    
    Decidí cambiar de posición.
    
    Le pedí que se acostara, abrí sus piernas y con mi lengua muy suavemente comencé a frotar su vulva, lamí sus labios vaginales y muy despacio frotaba su clítoris.
    
    Lo hice muy lento y pausado ya que sabía que ella estaba demasiado excitada y no quería que se corriera antes de que yo pudiera penetrarla.
    
    Lamía su vagina y cuando notaba que estaba por llegar al clímax solo besaba sus labios y su monte de Venus, que por cierto recuerdo que estaba muy bien depilado.
    
    Su vulva era bien blanca y lucía un aspecto juvenil.
    
    Yo traté de concentrarme para perder erección, así de esta forma mi verga se tornaría más flácida y ayudaría a una penetración más fácil.
    
    Luego de un rato me coloque encima de ella y poniendo mi glande en el lugar correcto muy lentamente empecé a empujar.
    
    Me encantó que lamiera mi conchita y más aún que juegue con mis ganas de correrme, pero siento un fuego en mi entrepierna. Necesito ser penetrada ya.
    
    El se coloca arriba mío e intenta nuevamente penetrarme. Muy despacio empuja su miembro y mi vulva lo va recibiendo.
    
    Siento perfectamente cada centímetro que ingresa en mi es una sensación rara ...
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