Diario de una Hermana - Relatos Eróticos

Diario de una Hermana

... aproveché para comprarme dos pares de medias bucaneras negras, ¡me encantan vestirlas! Digo, hasta mi hermano me lo ha dicho.

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- Mi madre es tan molesta a veces, qué cargante puede llegar a ser. Hoy me ha dicho que deje de andar por la casa siempre con mis medias y que aprenda a vestirme apropiadamente, no entiendo cuál es la diferencia de usar una ropa u otra, simplemente me encanta usarlas y ya. Afortunadamente, mi hermano le ha dicho a mamá que, de hecho, ella sí aprueba que vaya así por la casa; seguramente ella solo estaba estresada porque le ha dado la razón, y no recuerdo la última vez que ella haya hecho algo así.

Aunque sí me pareció extraño que haya hecho lo mismo con ella, ya sabes, agarrarle la cabeza y mirarle a los ojos. Vi a mi madre quedarse embobada en la mirada de mi hermano, pero tal como ya dije, quizás solo haya estado cansada y estresada, ¿estaré yo sobrepensando las cosas?

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- Mi hermano me ha dicho que ordene su habitación y limpie lo que él vaya ensuciando. Al principio me pareció ridículo y degradante, pero la forma en que me miraba a los ojos solo denotaba lo tierno que era realmente. Supuse que él había sido muy agradable conmigo y, contando las veces que la hemos pasado genial, supuse que sería bueno que hiciera esto por él esta vez, ¡claro que limpiaré su habitación!

Además, muy amablemente me permitió usar solo mi ropa interior mientras limpiaba todo, ¡se preocupa de que me hubiese dado un golpe de calor! Es tan lindo, aunque no pude evitar sentir algo de pudor cuando levantaba sus bóxers sucios del suelo y los depositaba en el canasto de la ropa sucia; tenían un olor tan… extraño.

De hecho, mientras revisaba debajo de su cama, hallé un calzón mío que hace tanto tiempo no lograba encontrar. Tenía una mancha blanquecina tremenda en toda su tela posterior y emanaba el mismo olor que sus bóxers, pero mi hermano me aclaró que simplemente había estornudado sobre mi ropa cuando la sacaba de la secadora en una ocasión, y que le daba pena devolvérmela en ese estado… ¡Qué cute!

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- Nos hemos comenzado a reunir más seguido, me refiero a mi hermano y a mí, por supuesto. Siento mucho gusto en pasarla con él, ya no peleamos y veo en mi hermano alguien atractivo, en el sentido que es buena persona, no podría tener nada más con él, somos familia y no podemos tener nada aunque quisiera, ew. Los abrazos y besos que nos hemos dado han sido solo familiares y amistosos, mi hermano es quien me termina por confirmar eso cuando me lo dice con esa voz apaciguante que tiene y me mira seductoramente a los ojos; sus labios contra los míos me ponen tan bien y amo cuando baja a mi cuello mientras me sostiene con sus brazos, ¿cómo pude ver a alguien repulsivo en él?

Cuando ordenaba su pieza, por ejemplo, de repente comenzó a rociarme agua por todo mi cuerpo mientras me hallaba gateando para alcanzar la suciedad debajo de los muebles. Dijo que era para suavizar el calor, pero eso ...