1. Mi madre me prefiere ahora a mí


    Fecha: 22/06/2019, Categorías: Incesto Autor: Aldebaran, Fuente: CuentoRelatos

    ... Estábamos viendo una serie algo rollo. Yo estaba empezando a cabecear. Entonces mi madre me habló.
    
    -Voy a hacer palomitas. Ayúdame a levantarme.
    
    Me levanté y me giré para ayudarla a bajar la pierna y pude ver cómo abría un poco sus piernas. La muy guarra no llevaba bragas. Ya no recuerdo si se las había puesto cuando salió de la ducha.
    
    Me fui para la cocina con ella e hizo que se caía y se agarró a mi culo.
    
    -Vamos cariño, me dijo, quiero que me des tu polla.
    
    -Mamá, por favor, eres mi madre. ¿Qué estás diciendo de mi polla?
    
    -Quiero que me folles. Que me folles bien, mi niño.
    
    -¿Pero es que es papá no te folla bien?
    
    -Muy bien, pero quiero probar las dos pollas de mis hombres.
    
    Aun así, metió una bolsa de palomitas en el microondas, y luego me bajó el pantalón del pijama y el calzoncillo, dejándome desnudo de cintura para abajo.
    
    Intentó agacharse a chupármela, pero no le fue posible como en la ducha, le dolía la espalda.
    
    Yo me quedé mirándola y decidí hacérselo fácil. Subí de culo a la mesa de la cocina y como si fuera yo el que se lo comiera a ella, le facilité la labor.
    
    Mi madre chupaba y chupaba mi polla. Yo estaba en el cielo, pero si ella quería probarla dentro de verdad, no iba a permitir correrme ahora.
    
    La eché para atrás, y me levanté. La pegué contra la lavadora y la levanté el vestido. Como no llevaba bragas fue fácil.
    
    Ni siquiera pensé en usar condón con ella. No sabía si tomaba la píldora, pero imagino que sí, no vi el brillo del condón cuando los veía follar.
    
    Cogí mi polla con la mano y la guie a la entrada de su coño. Separé sus labios con mi otra mano y los acaricié. Mi madre se mordía los labios. Sobé su clítoris, y se la metí despacio, lentamente.
    
    Cuando estuve dentro del todo, me miró con cariño y me besó en la boca. Estaba muy excitado y solo podía pensar en bombear.
    
    Comencé a follármela. Había encendido la lavadora, aunque sin ropa. No me preocupé de si podía romperse o no.
    
    Con su vestido subido por ella, y mis empujones, aquello era super excitante. Me olvidé al poco de que estaba follándome a mi madre, la que me había dado la vida.
    
    No duramos mucho, la verdad. Cuando la lavadora empezó a temblar, yo estaba a punto de terminar.
    
    Mi madre me miraba con cariño, mientras se moría de gusto.
    
    Terminé de follármela, y mientras tenía su orgasmo, me agarró fuerte y me clavó las uñas.
    
    -Mi niño, mi niño, aaaah, que gusto me das, que gustooo.
    
    -Mamá me corro, me corro...
    
    -Si, si, siii.
    
    Los dos acabamos casi a la vez. Acabamos exhaustos, pero satisfechos.
    
    Me limpié el pene y luego mi madre me llevó al salón.
    
    No sabía que tenía pensado.
    
    Me sentó en el sofá y como pudo, se sentó sobre mí.
    
    -Métemela ahora por el culo. Tu padre nunca quiere hacérmelo así.
    
    Yo no sabía dónde meterme. ¿De verdad me estaba pidiendo que se la metiera por el culo? No podía creerlo. Ni en mis más retorcidas fantasías podría haber imaginado algo como eso.
    
    Pero no podía hacerlo así. ...