1. MI AMIGA ME CONVIRTIÓ EN PUTA(1)


    Fecha: 22/06/2019, Categorías: Confesiones Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... no era nada pequeño.
    
    Olga puso su mano en mi cabeza e hizo que empezara a chuparle el pene a José. Yo nunca antes había hecho una mamada a nadie, ni siquiera a mi marido, pero comprendí que debía hacerlo, porque después me tocarían cosas peores. Además el ver a José y Olga desnudos, me puso a cien, y ya estaba dispuesta a hacer cualquier cosa.
    
    Con una mano, le acaricié los testículos mientras me ponía su pene en la boca. Le chupe la punta, después todo el miembro y finalmente me lo puse todo en la boca. Aunque casi no podía respirar, me gustó la sensación, y más cuando de repente noto que Olga, se tumba en el suelo y empieza a lamer mi clítoris.
    
    No tardé mucho en llegar a un orgasmo, pero todavía estaba bastante excitada. En este momento, José me tumbó en el suelo, me abrió de piernas y empezó a follarme. Mientras Olga, empezó a acariciarme los pechos y a besarme en la boca. No tardé en llegar al segundo orgasmo, pero José tardó un poco más. Cuando finalmente estuvo a punto de llegar al climax, sacó su pene de mi vagina, me abrió la boca y se corrió, dejando que todo su semen me cayera dentro. No tuve mas remedió que tragármelo casi todo. Cuando acabó, introdujo su miembro en mi boca para que se la chupase y se la limpiase.
    
    Cuando todo acabó, Olga me dijo que ya estaba lista para ir a casa de su amiga para ganar algún dinero. Quedamos para el día siguiente para ir, y empezar a prostituirme.
    
    Al día siguiente, mi amiga y yo fuimos a casa de madame Lola y me presentó a todas las chicas. Madame Lola me explicó como funcionaba su negocio. Me dijo que era una casa de masajes. Primero el cliente se ducha y se tumba en una camilla. Si el cliente quiere, tú te quitas el albornoz y te quedas en ropa interior. Si quiere mas, te desnudas del todo. Y partir de aquí, vas haciendo todo lo que te pida. Al final me cuentas hasta donde has llegado y yo le cobro. Un 70% es para ti un 30% es para mi.
    
    El primer día fue regular: un par de clientes delante de los cuales me tuve que desnudar y masturbarles.
    
    Pero el segundo día casi me muero de vergüenza. Cuando me acerco a la camilla donde estaba el cliente, descubro a Miguel, un amigo de mi marido y mío a quien hace años que no veíamos. Por lo que parece era un cliente habitual de este local. En ese momento, yo sólo llevaba bragas y un albornoz por encima, y él estaba tumbado boca abajo en la camilla, con sólo un toalla tapándole el culo.
    
    Después de hablar unos instantes, empecé a hacerle masajes en la espalda. En seguida me pidió que me quitara el albornoz para estar más cómodos. A pesar de mi vergüenza, me lo quité, quedándome desnuda, excepto por mis bragas. El siguió hablando de cuando éramos jóvenes, pero sin dejar de mirar mis tetas.
    
    Al cabo de un rato, yo seguía con su masaje en la espalda, y él ni corto ni perezoso, me cogió las bragas y me las bajó. Ahora ya estaba totalmente desnuda delante de él y mi vergüenza era aún mayor. Pero él, a pesar de no dejar de mirar descaradamente mi ...