Demasiada suerte con mi prima - Relatos Eróticos

Demasiada suerte con mi prima

... cuidado, mi prima no se movía para nada. Solo se escuchaba su respiración por entre las comisuras de su boquita.

Ya estaba demasiado exitado y mi mente cuerda me abandono, de ese punto en adelante perdí la cordura e hice lo que jamás creí hacer.

Cerré sus piernas, le baje y quite sus calzoncitos, y las abrí nuevamente, acerqué mi pene y comencé a tocar su vagina, metí mis dedos a mi boca y los llené de saliva, se la pase de lleno a su vagina para poder entrar.

Yo no sabía de mi, ni las consecuencias que tendría, ya no soportaba más, quería estar dentro de mi prima.

Me acomode subí sus piernas y comencé a entrar, primero la punta llena de saliva, mi prima se movió un poco pero no despertó, entro la punta y me quedé quieto un momento, fuí metiéndole un poco más, hasta llegar a la mitad, podía ver mi pene resbalar dentro de ella, lo que me exito a tal punto que sentía eyacular, me relajé un momento y cerré los ojos, al fin me calmé y los abrí para continuar, no dejaba de ver su vagina comiéndose a mi pene, al ver su cara ella tenía una expresión de incomodidad, pero eso lo me detendría, poco a poco comencé a mover me, sintiendo como fluían líquidos de nuestras partes, quería entrar un poco más, pero sentí un tope, no sabía si era su himen o el fondo de su vagina, así que no continúe más adentro, así que seguí desde la mitad, y al sentir finalmente que eyaculaba me moví a su boca para que se tragara mi esperma.

Le abrí la boca metí mi pene y descargué lo que tenía para ella. Pero fue tanto el movimiento que despertó, me miró y yo con el pene dentro de su boca, escuché como trago y se lo saqué, ella se miró descubierta y se puso de pie, tomo sus calzoncitos se los acomodo de vuelta y salió del cuarto.

Yo estaba que me moría de miedo, ya que ese era mi fin seguro… Me acosté y apagué la luz, me hice el dormido y esperé… Pasaron solo 5min que para mí fueron eternos, y escuché que se abrió la puerta, yo cerré los ojos y dejé que pasara lo que fuera a pasar, sentí que la cama se movía pero yo no me moví ni un centímetro, y no sucedía nada.

Dejé pasar el tiempo, y al darme vuelta ella estaba acostada a un lado mío… Estaba nuevamente dormida, pero ya no traía falda solo su calzoncito, encendí la luz y me percate de que no era el mismo, sino uno blanco mucho muy olgado, que fácilmente dejaba a la vista todo lo que yo quiera.

Pero se me hacía mucho peligro ya… Así que mejor me dispuse a dormir…

Al fin era de día, las 7am según el reloj del cuarto, mi prima seguía dormida a pierna suelta y dejando ver entre los bordes de su calzoncito las líneas de su vagina abierta.

Yo salí del cuarto y solo estaba mi madre y mi abuela en la sala.

– vete a dormir otro rato, no nos iremos hasta más tarde, tus tíos y tu papá se fueron a pescar.

Y nosotras iremos a comprar la comida con tu tía que ya está afuera. No los tardamos, tus primos están dormidos aún así que no te molestarán.

Esa para mí fue la mejor noticia de todas, le pedí a mi ...