Málaga y el congreso que dejamos a medias... - Relatos Eróticos

Málaga y el congreso que dejamos a medias...

... ver a Clara tan jodidamente sexy. Algo había cambiado en el ambiente y Marcos lo sabía, solo quedaba romper el hielo.

- Tu eres un guarro por meterte desnudo en la ducha con una mujer sin su consentimiento.- dijo Clara mientras señalaba a Marcos con una amplia sonrisa en la cara y en tono jocoso.- Tu eres otro guarro por mostrar a tu mujer desnuda a un hombre que apenas conoces.- esta vez era a mi a quien señalaba sonriente, unos segundos pasaron hasta la siguiente frase.- Y yo voy a ser otra guarra porque no pienso quedarme con las ganas como hace 20 años.

Estas frases las dijo palabra por palabra, lo recuerdo perfectamente. Tras romper el hielo, Clara se levantó de la cama en dirección a Marcos, dejando caer su toalla y volviendo a mostrar su tremendo cuerpo desnudo. Al llegar a él, Clara le quitó también la toalla a Marcos, que mostraba una polla de tamaño similar a la mia y en pleno proceso de empalme. Seguidamente, le dio la mano invitándolo a tumbarse en la cama mientras yo los observaba a su lado. Como si el tiempo los llevara justo al momento en el que Lola llegó a casa hace dos décadas, y sin que nadie los frenara esta vez, Clara se metió la polla de Marcos directamente en su boca, este cerró los ojos por el placer de lo que estaba pasando. Yo los miraba sin hacer nada, ni tan siquiera me tocaba, hoy no pensaba ser solo un voyeur, estaba loco por follarme a Clara mientras hacíamos un trio, pero decidí dejarlos unos minutos para que saldaran cuentas pendientes. Clara le estaba haciendo una mamada de libro a Marcos, se la metía en la boca todo lo que podía, le pasaba la lengua a lo largo de todo su tronco y a veces simplemente le masturbaba mientras le miraba a los ojos.

Yo ya no podía aguantar más solo mirando. Aprovechando que Clara se la estaba chupando a Marcos medio tumbada, me acerque y abrí sus piernas, lleve mi boca hasta su coño completamente depilado y empecé a comerselo mientras le metía dos dedos. Notaba muchísimo lo húmeda que estaba, tanto en el sabor de sus fluidos, como en la lubricación al meterle mis dedos. Clara apoyo su mano en mi cabeza, por un momento pensé que me iba a retirar para seguir a solas con Marcos, nada más lejos de la realidad, ya que lo que hizo fue apretarme mas aún entre sus piernas, estaba guarrísima.

Clara quería ser follada, eso pareció cuando cambió de postura y se puso a cuatro patas tentando a Marcos en una invitación a ser penetrada. En ese cambio, mi mujer me pidió que me tumbara, yo pensaba que era a mi a quien se la iba a chupar ahora, pero no. Clara me colocó de manera que mi cabeza quedaba debajo de la suya, de esta manera pude observar cómo miraba hacia atrás a Marcos y con su mano se colocaba la polla de este en la entrada de su coño.

Lo que pasó a continuación me pilló de sorpresa, esta era nuestra tercera aventura con otras personas, en las dos anteriores el alcohol había estado muy presente en nuestra sangre, cosa que todos sabemos que provoca cierta falta de vergüenza, ...