1. Fútbol y mangos -Parte 1-


    Fecha: 18/06/2019, Categorías: Gays Autor: escritorpervertido92, Fuente: SexoSinTabues30

    ... de su ropa interior. «De todos los asientos vacíos, tuvo que sentarse aquí, ha venido a delatarme» pensaba Rodrigo para sí mismo, pero antes de decidirse por salir de allí, el joven le preguntó:
    
    «¡El partido!» le reclamó el joven con una sonrisa burlona, pero Rodrigo no respondió, entonces decidió ignorarlo y se concentró nuevamente en el juego. Luego de unos minutos, parecía que los jugadores cometían una hazaña porque el recién llegado les gritaba para animarlos, y mientras sonreía complacido, intentó establecer una conversación con Rodrigo.
    
    Se escuchó un alarido que anunciaba un descanso, y aunque él estaba confundido y deseaba huir, se mantuvo sentado mientras se acercaban algunos jugadores hacia él, mejor dicho, se acercaban hacia el muchacho, quien los abrazó a todos e inició conversaciones triviales. Ahora que los jugadores estaban cerca, podía observar cada detalle con lentitud, descubriendo que después de un rato, sus pieles volvían a verse frescas y sus semblantes continuaban llenos de entusiasmo. Cerró un poco sus piernas para que no se notara tanto su erección, y el joven que seguía sentado a su lado pudo notarla, entonces dijo:
    
    «Les presento al señor, es un turista y pues, aunque se ha perdido, se quedó un rato a ver el partido… es fanático de nuestro equipo» ante estas palabras, todos comenzaron a observar a Rodrigo con detenimiento, y enseguida uno a uno se presentaron con un apretón de manos. Pero él continuaba callado, con temor a que cualquier comentario revelara sus verdaderas intenciones.
    
    «Si desea, le puedo hacer un mapa del pueblo… pero tendremos que ir al baño. Dejé lápiz y papel en el bolso» sugirió Mauricio, a lo que Rodrigo asentó con expresión atontada y lo siguió. El joven que él seguía a través del campo y que todos llamaban Maury, era el más alto de todos, con vellos por todas partes, como si fuese un pelaje espeso que contrastaba con su piel pálida como gres y sus labios carnosos, tan sonrojados que resaltaban aún más que sus ojos color avellana. Pero a diferencia de todos, él solo sonreía cuando se le motivaba, el resto del tiempo permanecía serio, llegando a intimidar a cualquier desconocido por el tamaño de su cuerpo. Entraron juntos al baño, y Rodrigo se sorprendió porque estaba impecable, sin los malos olores ni el moho en las baldosas que caracteriza a tantos baños públicos. Le hizo el comentario a Mauricio y él asintió sin preocuparse por hablar sobre el tema, dando a entender que se trataba de algo poco relevante.
    
    Rodrigo no podía moverse, el cuerpo de ese muchacho, que seguramente era ocho años más joven que él, lo mantenía boca abajo contra el piso de aquel baño. Le avergonzaba pensar que podía ser descubierto en aquella situación, él era un hombre que había alcanzado su posición en la sociedad ocultando su pasión por los varones, entonces rogó en voz baja, pero Maury no respondía, solo imponía sus piernas contra las suyas y se movía lentamente, empujando su cadera contra las nalgas de ...