Pau y las prácticas en la Masía. Capitulo 2. - Relatos Eróticos

Pau y las prácticas en la Masía. Capitulo 2.

Mi reacción fue de absoluto cabreo. Nuevamente mi padre intentando organizarme la vida. Aquello me reventaba. Me gustaba lo que estaba estudiando, pero no hasta el punto de perderme un verano entero para hacer unas prácticas. Tenía cuatro días para asimilar y digerir, lo que ya no tenía vuelta atrás.

El jueves lo pase mal, sin hacer nada y con poco humor para reír las gracias de mi familia. Me hubiese gustado quedar con mis dos mejores amigos pero no podían. Jordi tenía que estudiar y Manel tenía que ayudar a su padre con algo. A Clara no me apetecía verla.

No salí de casa y los pocos ratos que en que salía de mi cuarto, era para aguantar las felicitaciones de mi familia por la oportunidad que se me presentaba. Yo no lo entendía. Ese día no fuí ni al gimnasio.

Al día siguiente, teníamos partido y luego saldríamos de fiesta. Por lo menos iba a aprovechar el último fin de semana libre de ese verano. Antes de dormir, y como todos los días, me baje el bóxer, en la izquierda el movil y con la derecha empecé a masturbarme. No fue necesario mucho tiempo para correrme. Me limpié con una camiseta y caí dormido.

El viernes por lo menos iba a ser uno de esos días que me gustaban. Partido con los colegas, unas cervezas en casa de Jordi y luego fiesta. Me quedaría a dormir en casa de mi amigo. Manel también. Ese era el plan, siempre que ninguno de nosotros no ligara jeje.

El partido fue divertido, era solo una pachanga, pero el calor de Junio hizo que fuera exigente. Me vino bien para recuperar el día perdido de gimnasio.

Cuando jugamos los viernes, es tradición que los tres vayamos a casa de Jordi y bebamos unas cervezas para coger el puntillo y así gastarnos menos en copas. Manel nos confirmó que también se quedaba a dormir.

Los tres habíamos llegado duchados del partido. Dejamos nuestras cosas en el cuarto de Jordi. Tenía una cama grande. Solíamos echar un colchón en el suelo y dormíamos sin problemas en su habitación.

Jordi sacó unas cervezas y encendimos la playstation. No queríamos manchar de cerveza los vaqueros que íbamos a utilizar para salir, así que como casi siempre, acabamos en gayumbos y camiseta.

Tenía que contarles que mi verano se había jodido y que no podía unirme a su viaje a Ibiza. Buscaría el momento, porque las primeras conversaciones siempre eran para comentar las jugadas del partido que acabamos de tener. Siempre era así.

Manel me vaciló con el caño que me había hecho y yo a ambos, había marcado. Las cervezas iban cayendo una tras otra. Como os he dicho, durante las últimas semanas Jordi, cada vez era más transparente sobre su homosexualidad. No sabía como sería con sus otros colegas, pero con nosotros se le veía totalmente cómodo. Manel y yo, no le habíamos dado motivos para no estarlo, aunque os reconozco, que se me hacía raro oirle hablar de tios. No era muy frecuente, pero ese día parecía que le apetecía.

Perdonar, pero antes de seguir os quiero, aclarar algo, para que no haya ningún malentendido ...