1. Lucy


    Fecha: 02/11/2021, Categorías: Fetichismo Hetero Autor: GregGL, Fuente: SexoSinTabues30

    ... para acabar con su vergüenza, ella se tapó un poco son su mano, por lo que ,molesto, retiré una de sus medias y até sus manos con ella.
    
    Levanté su top, para encontrarme con dos pequeños pechos, de preciosos pezones. Comencé a pelliscarlos un poco, lo que hizo que la pequeña Lucy de retorciera un poco. La vista era espectacular, su delgado cuerpo se retorcía a cada roce de mis dedos con su pezón y con la emoción, comencé a acariciar su cuerpo. Al tener sus brazos atados, sobre su cabeza, recorrí sus delgados brazos, sus dulces axilas, sus marcadas costillas y su precioso abdomen. Nunca había visto a alguien tan perfecta.
    
    Su falda todavía colgaba de su cintura, pero no la vi como un impedimento.
    
    Separé sus blancos muslos, saboreando su dulce vagina al otro lado de esa delgada capa de tela, pero al alzar la vista,e di cuenta, de que ella me observaba antentamente. Esto me puso algo incómodo, por lo que con la media sobrante, vendé sus ojos.
    
    Delicadamente, retiré sus bragas, y las arrojé lejos. Con la niña vendada y atada, me di la libertad de explorar su vagina con total confianza.
    
    Separé sus labios y observé el color rosado que su carne tenía. Desprendía un olor a limpio, demasiado apetecible para mí. Jugué con su rosada abertura un rato, ella comenzó a mojarse y a soltar leves gemidos de vez en cuando. Primero, metí un dedo, podía sentir como sus entrañas pedían algo más, moviéndose internamente como si tuvieran vida propia. Lucy se retorciay trataba de mirar, pero no podía desacerse de sus vendas. Yo tampoco podía soportarlo más, mi pene estaba tan erecto que casi dolía y estaba tan ansioso por penetrar está pequeña cavidad que gotas de líquido preseminal caían sobre el suelo. Así, que decidido, acerqué la glande a su entrada.
    
    Al sentirlo, la niña dio un respingo, pero no salió nada más de su boca, a excepción de un par de gemidos, cortos y bajos.
    
    Entré lentamente en su interior y podía sentir su calor, ella estaba roja, pero seguía sin contestar. Algo que me causo bastante decepción, es que la pequeña, dulce w aparentemente inocente niña que tanto me gustaba no era virgen, pero eso no me detuvo de seguir perforando sus entrañas con mi miembro.
    
    Sus gemidos, comenzaron a llenar el salón mientras arremetida contra su húmeda y rosa vagina, además, de que el dulce aroma de una chica excitada llenaba mi nariz.
    
    Sin preguntar nada, eyaculé en su interior, podía sentir como el útero de esta zorrita pedía más y más semen dentro de si, Lucy se retorcía y sus piernas se apretaban contra mi.
    
    Después de descargar toda una ronda en su interior, lo saqué y la observé retorcerse, expulsando el semen sobrante. Tomé mi celular y saqué un par de fotos de la patética chica que se encontraba en mi escritorio, atada con sus propias medias, medio drogada, parcialmente desnuda y con semen escurriendo de su orificio.
    
    Lucy permaneció así por un tiempo, en silencio, como un cadáver, pero el subir y bajar de sus pechos me aseguraba que se ...