El Viaje de Fin de Curso 10 - El Princesa - Relatos Eróticos

El Viaje de Fin de Curso 10 - El Princesa

... si no le importa nosotros le llevaremos y sus hombres podrán regresar a sus tareas.’

Podría rechazar sin problemas la invitación, pero tengo ganas de ver a la Regente y saber que va a hacer ahora y sobre todo tengo ganas de ver a Yaiza y confirmar si mis sospechas son ciertas, ordeno a mis hombres que regresen a las oficinas de la empresa y me subo al coche con Omar.

‘Espero que no te haya importado que no hayamos quemado el ‘Princesa’ al ver que no salías;’ me comenta Omar con una sonrisa; ‘Mis hombres en el interior me han informado en todo momento de que lo tenías todo controlado.’

Miro a Omar sin sorprenderme de sus palabras, le conozco desde hace años y sé que es un hombre de total confianza de la Regente, y eso me da tranquilidad en lo que respecta a Chloe, Isabel y el resto de las esclavas del ‘Princesa’.

Chloe e Isabel no se lo tomaron muy bien cuando les comuniqué el trato que había hecho con Ntomi de que tenían que pasar los próximos dos meses trabajando como putas en el ‘Princesa’, empezaron a protestar e insultarme hasta que Ntomi las hizo callar a golpe de látigo.

Solo cuando las expliqué que legalmente ahora eran esclavas y que yo lo único que hacía era comprarlas para liberarlas, parecieron entender la gravedad de su situación y que tienen que dar gracias a que su estancia en el 'Princesa' se limite a esos dos meses en los que no pueden ser marcadas de nuevo o tatuadas. Lo que no las expliqué es lo que voy a hacer con ellas después, hasta que completen los dos años de esclavitud que marcan las leyes de Kanaan, es algo que no me he planteado todavía, ni con ellas ni con el resto de las esclavas que de una forma u otra he adquirido en estos días.

Según nos vamos acercando al Palacio empiezo a notar un extraño cosquilleo en el estómago al pensar de nuevo en las similitudes con la noche de hace cinco años, hoy al igual que aquel día la Regente ha solicitado mi presencia en palacio, aunque hoy sí sé porque me ha llamado. Me apoyo en el asiento del vehículo militar e ignoro las palabras de Omar cerrando los ojos y buscando el recuerdo de aquella lejana noche en mi mente.

El trayecto al palacio parece no acabar nunca, el silencio en el interior del jeep es absoluto, el siempre bromista Bungami conduce en silencio, con el rostro crispado por el enfado. Vincent mantiene baja la cabeza avergonzado por la reprimenda que le ha dado su padre delante de sus hombres a la puerta del ‘Princesa’ y preocupado sabiendo que le espera un castigo serio.

Yo miro por la ventanilla hacia el extenso desierto, algo asustado por la reacción de Bungami, a pesar de saber que aunque lo esté deseando no me va a sentar en sus rodillas y darme una azotaina como ha hecho otras veces, ahora que soy mayor de edad y dada la enfermedad de mi padre, me he convertido en el presidente de la empresa que controla la mina de caltenio en el Emirato además de muchas otras propiedades por todo el mundo, y por extensión en jefe directo de Bungami.

Lo que ...