1. Después del divorcio


    Fecha: 10/03/2019, Categorías: Lesbianas Sexo con Maduras Autor: Indioram, Fuente: SexoSinTabues30

    Está historia la cuenta Mireya:
    
    Hola a todos me llamo Mireya, tengo 34 años, mi historia comienza desde mi divorcio con Lucio, quien me fue infiel con mi mejor amiga y aparte de eso no me complacía. Soy una mujer trigueña, de contextura normal cabello negro, ojos café, nariz mediana y labios carnosos, senos grandes, cintura y abdomen blando y buen trasero, no soy tan gorda pero tampoco flaca, me considero muy bonita. Trabajo en una multinacional dónde mi jefe ha Sido muy bueno y pues he Sido gran trabajadora. Luego del divorcio no me he sentido bien y el apartamento donde vivía con mi ex marido me recordaba cada instante de esa infidelidad, así que decidí pedirle a mi jefe que me trasladara a otro lugar, caso que fue resuelto y me trasladaron a otro país, hice los trámites de visado y demás y a las dos semanas estaba en mi nuevo sitio, encontré un apartamento mediano, justo para mí, no conocía a nadie pero me sentía bien. Al terminar de acomodarme escuché sonar la puerta: – Hola vecina mucho gusto mi nombre es Lucía, ella es mi hija Sabrina y venimos a darle la bienvenida. – Muchas gracias lucía, me llamo Mireya y me agrada este recibimiento. Luego nos sentamos a charlar, pero hubo un momento donde ví a la pequeña Sabrina, una nena blanquita de cabello mono, lacio, ojos verdes, mirada inocente, relativamente alta, casi a la altura de mi pecho, tenía un pecho plano y un buen trasero, era hermosa, me sentí atraída por ella, – Y Sabrina cuántos años tiene? – Tengo 8 años señora Mireya. – Ahh no me diga señora solo Mireya. – Pero cuéntame- interpelo Lucia como fue el tema del divorcio? – Le conté lo sucedido y Lucia se solidarizó conmigo – Yo también soy divorciada, mi ex se fué del apartamento y me dejó a mi hija y a mi solas. Disculpa, Mireya debemos irnos creo que estás cansada y debes descansar.
    
    Lucía y su hija salieron de mi nuevo apartamento, no dejaba de pensar en la pequeña Sabrina, era extraño y daba miedo. Pasó el tiempo y yo seguía trabajando, solo descansaba los domingos, días en los que me ocupaba de arreglar mi apartamento y otras cosas, lo que si pasaba era que todos los días tenía la visita de Sabrina, me preocupaba el porque Lucia no estaba tan presente, le pregunté a Sabrina a lo que contestó: – mi mami debe viajar mucho para trabajar así que estoy sola, pero ya que llegaste tengo compañía y por eso te visito, es más le voy a decir a mi mami que me deje quedar contigo. Eso realmente me preocupó pero también me prendió. Seguían pasando los días y las noches y no dejaba de pensar en Sabrina, cuando me visitaba la veia cada vez más linda. Cierto día, llegaba de trabajar cuando Lucia llegó al apartamento: – Mireya, necesito hablar contigo, me da pena decirte esto pero mañana tengo que salir a un viaje muy largo por ahí un mes, y era si no es mucha molestia para que me cuides a Sabrina. – Lucia, no hay problema yo te puedo colaborar con ello. – Ella me dejó todo explicado y a la mañana siguiente, trajo a la niña uniformada, yo ...
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