El violador que salio de la carcel - Relatos Eróticos

El violador que salio de la carcel

... tube ningún sueño erotico. Debía llevar a mi hijo al dentista así que antes de que haga más calor decido llevarlo temprano. Eran las 7 de la mañana yo había dejado la ropa de Sebastian en su cama y yo por mi lado, ya me había maquillado y perfumado, solo me faltaba lo que me iba a poner. Habro el ropero y decido por ponerme un pantalón oxford color azul de terciopelo, unos zapatos con plataforma negros y una remera color blanca mangas largas con lentejuelas. Me sentía cómoda y fresca ya que mi conjunto eran de telas suaves y finas.

Cuando salimos rumbo a tomar el tren veo que en la vereda del frente estaba Elias el violador que mientras tomaba una cerveza miraba los culos de todas las chicas sean lindas o feas. En mi vereda estaban arreglando así que lamentablemente teníamos que ir a la vereda de enfrente porque sino no podríamos caminar a la estación. Cuando cruzamos con mi hijo de la mano a la vereda de enfrente Elias empieza a mirarme de arriba a abajo y sin disimulo se queda mirando mi cola. Yo apropósito baje la velocidad y caminaba más provocativa, nose porque lo hice debió ser que ya estaba acostumbrada a excitar a los hombres. Seguimos nuestro camino hasta llegar a la estación, pasamos por el túnel y de ahí subimos las escaleras para pagar el boleto. Había mucha gente en la estación se ve que en ese horario la gente sale rumbo al trabajo, nosotros nos quedamos los la zona del medio. De pronto veo una cara conocida dentro de todo el tumulto de gente y si era ese desgraciado de Elias que nose porque pero tenía la sensación que me siguió. El paso por nuestro lado y para mi se hizo el que no nos vio porque ni me registro, eso fue raro porque hace unos minutos no dejaba de mirarme la cola y ahora no sabía quién era. Elias se fue un poco más adelante que nosotros, y yo aproveche y me fui más atrás con mi hijo. Apenas se podía caminar en el anden ya que estaba apestado de gente, mientras íbamos llendo para atrás varios hombres aprovechaban y rozan su paquete contra mi culo, otros me tocaban suavemente. Esto era un error porque lentamente yo me estaba excitanto, mi corazón lentamente latía con fuerza hasta que mis manos las tenía temblorosas. Esto no podría empeorar, pero si puede. Cuando vemos que viene el tren la gente se va llendo hacia atrás o por el medio buscando una puerta la cual entrar, cuando de lejos veo a la única cabeza bien morocha casi negra que se venía venía donde estaba yo hasta que me ve y se termina hacercando a mi lado. Elias: señorita? Yo: dándome la vuelta lo miro y respondo. Ah, hola. Mientras respondía con frialdad. Elias: quería pedirle un disculpa ya que estoy de paso, por como la trate en el día de ayer, la insulte y la degrade como mujer le pido disculpas. Yo: no se preocupe gracias. Mientras lo veía note que sus dientes estaba sucios, se ve que en la carcel no se priorizan la higiene vucal. Yo: acaso usted me esta siguiendo? Elias: no, por favor como dice, me voy a buscar cartones, es mejor que trabajar jaja. Yo: ...