1. Cómo disfruté al novio de mi hija (1)


    Fecha: 19/03/2019, Categorías: Infidelidad Autor: MarianaV42, Fuente: CuentoRelatos

    Era 2017, estaba regresando a la casa por unos documentos que necesitaba para hacer un pago en el banco, los había olvidado en mi apuro porque no se me pasara la fecha límite. Estacioné fuera del garaje, así sólo me subía a la camioneta y me iba, lo cierto es que hice mucho ruido al entrar, me sorprendería que Karolina y Caleb, mi hija y mi yerno respectivamente, no me escucharan, pero los gritos de placer de Karito cubrieron el azotar de la puerta. Santo Dios, nunca había escuchado a mi hija gritar así, su hermosa voz siendo torcida y erotizada por el pene de mi yerno. No pude evitarlo, era tanto grito y gemido que tuve que acercarme al cuarto a ver qué estaban haciendo, mis pezones duros mientras subía las escaleras y mi vagina húmeda en cuanto vi lo que vi.
    
    Pude ver cómo un cuerpo moreno, tonificado y musculoso se movía encima de mi hija, la piel blanca de Karolina, sus brazos delgados y lo delicada que parecía debajo de Caleb... Lo estaba recibiendo como una campeona, pues Caleb se movía rápido y sus caderas golpeaban sin piedad las piernas abiertas de Karo. No podía ver su pene, pero sí el par de huevos más grandes y negros que nunca hubiera visto. La voz quebrada de Karolina, sus gritos ocasionales, esa espalda musculosa, esos huevos, el tronar las nalgas de mi hija y los huevos de Caleb meciéndose... Estaba empapada, mis bragas húmedas como nunca lo habían estado.
    
    Y cambio de pose. Caleb se puso de pie sobre la cama y pude ver por primera vez al hermoso que le colgaba entre las piernas. Era oscuro y grueso y venoso y largo. Frente a mí y dentro de mi hija, esos 23 cm de verga se explayaban, sin condón. Caleb se abrió de piernas y echó hacia enfrente las caderas, acercando su monstruo a mi hija, Karo lo tomo con ambas manos y jaló de él para levantarse, a mi hija le temblaban las piernas y tenía la cara congestionada, sus ojos llorosos. Caleb acomodó las almohadas y se acostó con la espalda recargada en ellas, sus piernas abiertas, esperando que Karo se sentase en su enorme pene. Le dio una mano a Karito y ella le dio la espalda, hizo cuclillas hasta que el glande tocó sus labios vaginales y se dejó caer lentamente sobre las manos de Caleb, que junto a su pene soportaban todo el peso de Karo. Lo que siguió fueron unos cortos cinco minutos de Caleb moviendo sus caderas, manoseando a mi hija y desviviéndose por complacerla. Fue al final de esos 5 minutos que Karolina gritó a la vez que se reía, se impulsó con los brazos para ponerse de pie y comenzó a correrse, manchando la alfombra y la sabana. Caleb se apresuró a arrodillarse sobre la cama tras de Karo y, poniéndole una mano debajo de la vagina, pudo redireccionar los chorros de fluidos de Karolina, pudiendo así abrir la boca y recibirlos directamente.
    
    Después de eso, Caleb se quedó así, arrodillado, abrazando las piernas de Karo con su cara en medio de sus nalgas. Mi hija respiraba aceleradamente y se notaba cansada, se llevó la mano a las piernas y después empezó a acariciar el ...
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