1. Tita Carmen


    Fecha: 12/06/2019, Categorías: Incesto Autor: Quique, Fuente: TodoRelatos

    ... una polla tan pequeña le dio tanto placer a una mujer. Me dio más placer con su pequeña pollla que con el brazo, y es que al tener la polla de Luis metida dentro del culo, éste estaba cerrado y la polla de David entró muy apretada. Me dieron sin compasión. Cuando Luis se corrió creí que no me iba a correr, pero me corrí cuando David, corriéndose dentro de mí, me dijo:
    
    -Tita. ¡Qué gusto!
    
    Después de este polvo quedé satisfecha y no pensaba repetir con mis sobrinos. Era demasiado peligroso, pero la vida nos da sorpresas.
    
    Esa noche me sentía sexy y me quise sentir más. Puse un sujetador blanco con tiras frontales sobre las copas, con bordados sobre ellas y un tanga del mismo color también con bordados. Me miré en el espejo del tocador y me dieron ganas de hacerme el amor a mi misma, y cuando a mí me dan ganas de hacerme el amor a mi misma, es que toca dedo. Me metí en cama con idea de darme placer. Se abrió la puerta de mi habitación y apareció Luis. Vi cómo en su calzoncillo aparecía un gran bulto. Le gustaba lo que estaba viendo. Cerró la puerta de mi habitación y le pasó la llave. Le pregunté:
    
    -¿Por qué cierras la puerta si estamos solos en casa?
    
    -Para que no te me escapes, tita.
    
    Actuaba con la seguridad de un hombre hecho y derecho. Caminando descalzo y con paso firme llegó a mi cama, se echó a mi lado y me dijo:
    
    -Yo ya sabía besar y follar, tita. ¿Me dejas que te muestre lo que sé hacer?
    
    Le seguí la corriente.
    
    -¿Qué sabes hacer?
    
    -Lo que aprendí leyendo relatos eróticos y viendo porno.
    
    -Por eso antes me diste canela fina.
    
    -Sí, pero creo que aún te podría sorprender
    
    -Sorpréndeme.
    
    Sin tocarme con las manos me dio un beso, dos, tres, luego metió la punta de su lengua en mi boca, se la chupé, y después me dijo:
    
    -Saca toda la lengua.
    
    La saqué. Pegó la suya a mía y nos dimos un beso muy largo y algo sucio, ya que acabaron colgando babas de nuestras bocas. Al dejar de besarnos, me dijo:
    
    -Quita el sujetador.
    
    Lo quité, miró para mis tetas y sin tocarlas, besó mis pezones. Bajó besando mi vientre, besó mi ombligo. Metió su cabeza entre mis piernas y besó el interior de mis muslos, luego besó mi clítoris por encima del tanga, después lamió mi coño apretando la lengua contra el tanga. Ya yo gemía en bajito cuando me dijo:
    
    -Quita las bragas.
    
    Las quité, abrí las piernas y flexioné las rodillas. Me abrió el coño con dos dedos y me besó varias veces los labios vaginales, primero el izquierdo y después el derecho, luego me dio varios besos en el clítoris. Mi vagina latía y lubricaba una barbaridad.
    
    -Ponte boca abajo, tita.
    
    Me puse boca abajo con los brazos estirados a los lados de mi cuerpo. Quitó la polla y la sentí mojada subiendo y bajando por mi columna vertebral. Iba desde el coxis hasta el atlas y del atlas hasta el coxis. Sus manos cogieron mis tetas y las magrearon mientras la polla subía y bajaba. Luego fue su lengua la que lamió mi columna vertebral, pero esta vez bajaba hasta el ojete... ...
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