1. Te espero, amor.


    Fecha: 11/06/2019, Categorías: Erotismo y Amor Autor: ElRelatoDeCarlos, Fuente: TodoRelatos

    ... entre los labios, ese rosado glande está palpitando oculto, deseoso de que llegue a él. Es todo sensaciones y no haces más que lanzar suspiros de placer, quejidos de querer más, y más adentro. Mar adentro. Mi mar.
    
    Mi cara entre tus nalgas toca hasta el orto, te roza, te pincha, te excita ese contacto de búsqueda por entre los labios, me debo forzar para llegar más y más lejos. Casi todo ese clítoris abandonado, sujeto entre dos mundos que lo presionan y que llenan de jugos y salivas calientes. Te abandonas al placer que eso te da, que te doy… pegas tu cuerpo a mi cara, sientes que te cojo con ella, con la lengua, con la boca… Te mueves con cadencias cada vez más rápidas, mis manos sujetan tus nalgas, las abren para que llegue más lejos, sí, ya estoy en tu clítoris, casi lo toco, casi los golpecitos de la lengua te llegan desesperados por bailar con él. Empujas y es tan placentero que te toque así. ¿Verdad?
    
    Aumentamos el rito, es ansioso, es perverso y te llega el primer orgasmo, entre movimientos de tus piernas y mi cara entre ellas. Tu sexo explota en mí. La humedad se derrama por entre tus piernas, en mi cara, en mi boca, lamo y lamo, es todo para mí. Trago y te como más y más. Noto todo ese orgasmo explotar en ti. Me siento en tu torbellino, es mi orgasmo, me pertenecen todos.
    
    No te dejo descanso y me sitúo tras de ti, Mi verga entre tus labios. La notas caliente y eso te sorprende, la buscas, pero no es lo que piensas… No quiero follarte, no quiero penetrar tu vagina, solo que te sirva de juguete vivo y caliente. Se cuela por entre los labios chorreantes de tu orgasmo. Se mueve de arriba abajo, lo entiendes y quieres ese juego nuevo. La verga te roza, aprieta tus labios, arrastra tus jugos hacia el clítoris y los glandes se tocan. Me vuelve loco tu tacto caliente y resbaladizo. Es placentero para mí y mucho para ti. No dejo que abras las piernas, ¡no! Debe ser así de cautivo, así de caliente. Te beso. Toco tus pechos con mi mano, pellizco tus pezones, los masajeo, mete los dedos en tu boca, saco tu saliva y la unto en ellos, ¡amor, qué rico! Quiero sentir otro orgasmo en ti. Con mi verga entre tus labios, mi mano en tus pezones y mi boca en tu cuello. Susurrando palabras sucias y perversas. «¡Puta!» te digo, «eres mi puta… una perra muy putilla…», insisto. Te calienta y te gusta mi voz cuando los digo así de excitado.
    
    Amor mío, deja que el orgasmo de nuevo te lleve y me lo regales con intensidad. Lo noté llegar, tus gemidos, tus impulsos buscando las embestidas, los roces entre los sexos y justo ahí te lleno de caliente leche, en tu clítoris, se mezcla nuestros jugos, se unen para darte más placer, más gusto, más intensidad… te muerdo el cuello, te agarras de mi mano, la llevas a tu pecho, tu corazón está palpitando con rabia, aprietas fuertes, gimes, gimo, nos corremos juntos, acabamos para volver a empezar…
    
    Eres mi mujer, mi puta, mi perra, mi muñequita… eres mía y sólo mía. 
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