1. Te espero, amor.


    Fecha: 11/06/2019, Categorías: Erotismo y Amor Autor: ElRelatoDeCarlos, Fuente: TodoRelatos

    Te esperaba ansioso de que llegaras de tu día de trabajo. Tu cara de cansada no borró la sonrisa tan juguetona que tanto me gusta. Un beso, un apretón en las nalgas y una oferta: ¿Una ducha?
    
    «Déjame que yo te desnude » te dije. Sonríes penosa. Alzaste los brazos y te retiré la camiseta. Cuando tus ojos quedaron ocultos tras la tela ya te había robado un beso en los labios. Te quejaste, pero de otra forma, la niña traviesa que llevas dentro lo hizo. Ya te habías descalzado al entrar, los pies desnudos sobre el suelo te aliviaba del cansancio de horas de estar de pie.
    
    Le tocó el turno al pantalón. Desabrochado, aproveché para besar el ombligo. Un solo beso sonoro y tembloroso. El pantalón ajustado arrastró la tanga al suelo. Una pierna, luego otra.
    
    El corpiño te lo retiré el último. Tus pechos atrapados quedaron libres y con tu piel marcada de horas de suplicio. Acaricié cada marca, las besé, intenté borrarlas de tu piel con mi lengua.
    
    La pileta te esperaba y yo junto a ella. El agua tibia te alivió el cansancio, la piel sudorosa y el ritmo de horas de duro trabajo. Recorrí tu piel, con esponja y gel de olor a caramelo. Tus pechos espumados empezaron a reaccionar y los pezones se endurecieron bajo el roce áspero de la esponja. Tu boquita se abrió un poco y mordiste el labio. Separaste las piernas para que llegara bien entre ellas y tu vulva se viera querida.
    
    Ya te veía excitada, muy excitada.
    
    Mientras te envolvía desde tu espalda con la toalla, te besé en el cuello. Uno, dos, tres besos que precedieron a las palabras en tu oído: «Te voy a comer…¡mmm!» te susurré. Un sí, me devolviste con muchas ganas.
    
    La cama nos esperaba, tu cuerpo desnudo, aún perlado por las gotas de agua, yacía sobre las sábanas. Me desnudé enfrente de ti. Despacio, sin prisas. Mi verga ya estaba preparada, dura y brillante. La toqué mirándote. Deseando tu cuerpo. Me mirabas atenta, seguías los movimientos de mi mano, de arriba hacia abajo, como la piel cubría el glande y lo volvía a desnudar. Una gotita en la punta y todo se lubricó. Tu lengua salió para humedecer los labios. Estabas ansiosa de caricias, movías tus piernas y me esperabas… Ya voy amor.
    
    «Hoy te comeré de otra forma, amor mío» susurré a tu oído mientras las primeras caricias empezaban a erizar tu piel. Los primeros besos llegaban a tu boca ardiente de labios enrojecidos y de ganas crecientes. Es un placer como tu cuerpo reacciona a mis besos, a la lengua traviesa que juega con tus pechos, con mis tetitas, como me gusta llamarlas. Los pezones son tan agradecidos y te encienden tanto. El olor a caramelo invita a comerlos, a succionarlos con fuerza, a sacarlos de sus aureolas, a estirarlos, a chuparlos, a mamar de ellos para sacar ese placer que tú sola sientes y te es tan necesario. Hundes tus dedos en mi cabello para que no pare de comerte los pechos. Tienes esa sensación de propiedad, de que tu hombre, tu macho, te coma, te desee y te ame.
    
    Debo decir que para mí es un placer hacerlo, ...
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