Una secretaria especial. Capitulo 3 - Relatos Eróticos

Una secretaria especial. Capitulo 3

... negocio. Si me entiendes?

Me quedé callada un instante. Y pregunté :

Yo- quiénes, cuántos, de qué edad?

J- son dos y tendrán unos 40 años.

J- sabes que te recompensare muy bien. Este va a ser un negocio millonario.

Yo- y como sería? Me voy con ellos a un hotel?

D- en realidad te harás pasar por la novia de Javier.

Yo- aaa y el me comparte con todos? Estan locos o que?

D- y juli sería mi novia esa noche.

Ni loca expondría a mi mejor amiga con estos degenerados…

Yo- que se piensan señores? Que mi dignidad tiene precio? Seré una cualquiera porque lo disfruto. Pero no por unos miserables billetes.

J- y por el departamento que tengo en el centro. Me interrumpió.

Helada me dejó.

Yo- igual Juli no aceptaría jamás semejante cosa.

D- tienes 15 días para intentarlo amor.

Después de pensarlo durante todo el día Javier y Dante me llamaron a la oficina para saber mi decisión. Era un departamento y como cueste iba a ser mío.

Les aseguré que esa noche yo sería la mejor puta del mundo y que iniciaría a Juli en nuestro selecto grupo.

Sabía muchas cosas de ella, me contaba todo: sabía de su primera vez, de lo que más le gustaba hacer en la cama, que había probado el sexo anal solo un par de veces con poco éxito. Solo debía tentarla o engañarla para lograr mi acometido.

De encararla con la verdad saldría despavorida. Solo me quedo el engaño…

Una noche pasó por casa y me hice la preocupada… Ahí le comente que mi jefe me había pedido que fuese su dama de compañia para una importante cena de negocios y no sabía qué hacer. Y que encima mi amigo Dante estaba solo ya que su esposa estaba en un viaje y también debía asistir.

Quedó callada un instante y solita se metió en la cueva del lobo.

Ju- tengo una idea amiga.

Yo- que estas pensando?

Ju- iré como la acompañante de Dante… además esas cenas de negocios deben ser muy aburridas y te haré compañía mientras los demás hablan de negocios.

Sabía que dante le había entrado por los ojos. Y seguro no era un sacrificio para ella.

Estaba todo listo solo faltaba poder dominar la situación y lograr que Juli sacase esa hembra que todas llevamos dentro.

Un par de días antes de la “fiestecita” salimos de compras con Juli y elegimos unos vestidos muy elegantes y sensuales, esa noche estaríamos para comernos.

Al fin la noche tan esperada había llegado me preparé llevaba un vestido largo bien ajusta de colos blanco, con la espalda desacubierta que apenas llegaba a tapar mi cola. Una tanga bien finita que se perdia entre mis nalgas sin sujetador. Unos tacones y el cabello suelto.

Pasé a buscar a Juli por su casa… al entrar estaba su madre Mónica que me quería comer con la mirada, sabrán de nuestra historia en relatos anteriores. Juli se hizo presente y la verdad que estaba hecha un ángel… un vestido color coral largo con un escote que dejaba ver la mitad de sus hermosas tetas.un peinado recogido que daban ganas de besar ese cuello. Emprendimos viaje hacia ...