1. Capítulo 4: Totalmente embriagado y enamorado de mi hermanito


    Fecha: 11/06/2019, Categorías: Fetichismo Gays Incesto Autor: Lov3sick, Fuente: SexoSinTabues30

    ... no quedara ningún rastro de grumos blancos. Pero después, comenzó a introducir la cabeza completa dentro de su boca, chupando y succionando. Yo me recliné en posición victoriosa y dejé que mi hermanito bebé me diera el primer sexo oral de mi vida. Debido a su edad, sólo podía introducir el glande y poco más para no atragantarse, pero verle su carita de ángel mientras lo hacía, ver mi pene entrar y salir por entre sus labios de niño dulce era más que suficiente. La saliva escurría en grandes cantidades, por lo que, de tanto en tanto, tomaba un poco con mis dedos para saborear tan preciado elixir. El problema es que las chupadas de mi hermano me estaban llevando al borde del clímax. Por tanto, con la intención de prolongar más aquel momento, tomé mi pene y se lo quité de la boca suavemente.
    
    Así, subí mis piernas apoyándolas en la pared, de tal forma, que mi ano quedaba mirando hacia arriba. Le indiqué a Dani que se pusiera de pie y con sus manos abriera mis nalgas, para tener mejor acceso a mi entrada. Mi hermanito menor comenzó a dar lamidas tímidas, similares a las que había dado mi pene segundos antes.
    
    Entonces, sólo pude sentir cómo las vibraciones de placer recorrían todo mi cuerpo. Su boquita hacia tiernos y desesperados intentos por lamer, chupar y succionar mi ano. A veces, parecía que hundía toda su cara entre mis nalgas. No podía creer lo que estaba pasando: mi propio hermano pequeño estaba comiéndose mi culo. Fue entonces que decidí ir al clímax. Le indiqué que se detuviera.
    
    Me volví a recostar y retomamos la posición en la que me él se recostaba sobre mi estómago, para poder besarnos mientras me masturbaba. Al tiempo que nuestras lenguas y labios volvieron a juguetear locamente, comencé a agitar mi falo que pedía a gritos ser saciado. Creo que me tomó alrededor de 1 minuto llegar al clímax, porque mi lujuria no podía más. 6 largos chorros de semen saltaron desde la punta de mi glande, cayendo en la espalda y nalgas de mi hermanito, y salpicando las sábanas. Solté enormes gemidos de placer bestial y antes de desperdiciar más, recolecté con una de mis manos los restos de leche que habían saltado sobre el cuerpo de Dani. He que se sentara entre mis piernas y le ofrecí mi mano en forma de cuchara, con un charco del líquido seminal blanquecino y un poco espeso.
    
    Así hizo, lamiendo y tragando hasta la última gota de semen que encontró a mi mano. Acto seguido, tomé su rostro y lo devoré su boca largo y tendido. Luego, ya exhausto por la intensidad del momento, me recosté abrazando la desnudes de mi hermanito.
    
    En ese momento, el resto del mundo dejaba de existir para mí. Eso no había sido sexo, yo estaba comenzando a hacerle el amor a mi hermanito menor y no me detendría jamás. Quería amarlo, protegerlo, cuidarlo, hacerlo feliz y devorar su cuerpo a besos. Embriagado en estos pensamientos, ambos nos quedamos dormidos sin noción alguna del tiempo.
    
    PD: Este capítulo es un poco más corto que el anterior, pero espero que sigan ...