1. Mi vida como un trans sumiso


    Fecha: 17/09/2021, Categorías: Fetichismo Gays Transexuales Autor: TrannyFag, Fuente: SexoSinTabues30

    Mi nombre es Antonio. Soy un hombre transexual de 28 años con más de diez años de transición, por lo que es muy difícil averiguar que en un pasado fui mujer. Mi vida siempre estuvo marcada por el abuso. Mi padrastro se preocupó de iniciarme en la vida sexual a los 6 años y desde entonces no paró hasta que decidí huir de casa a los 18. Fueron doce años de ser su “putita” como siempre me susurraba al oído cada vez que me cogía.
    
    El hombre, 30 años mayor que yo, me enseñó como complacerlo y, a decir verdad, también por miedo, aprendí rápido. Así es que a los 14 años ya era una experta en chupar vergas, dejarme follar e incluso, entregar mi culo si era necesario.
    
    En la escuela era conocida como la chica fácil, por lo que siempre terminaba con alguna verga en la boca o abriéndome de piernas, sobre todo en las fiestas. Cuatro años de sexo desenfrenado que no disfrutaba del todo, pero que, de alguna manera, siempre creí que era mi lugar: servir a los hombres.
    
    Cuando me gradué, había sido cogida por todo mi curso y gran parte de la escuela. No tenía amigas porque las chicas simplemente me odiaban, como no, si solía ser la amante de cada chico en la escuela, de populares o nerds, a nadie me negaba, pues, como dije antes, estaba convencida que para eso era las mujeres.
    
    Gran parte de transición fue para escapar de esa vida. Si no me van a respetar como mujer, me convertiría en varón. Y así fue como hace diez años que vivo como hombre y me he cultivado como tal.
    
    Tengo la suerte de ser alto para el común de los hombres trans. Mido 1.85 y con el tiempo, más la testosterona, he logrado desarrollar un cuerpo muy varonil y musculoso. Nadie imaginaría que entre mis piernas hay una vagina, lo cual me excita mucho en ocasiones impensadas. Como cuando estoy en reuniones de trabajo o cuando levanto peso en el gimnasio. Suelo pensar que sucedería si se enteraran de mi secreto ¿Me rechazarían? ¿les daría asco o me follarían todos como en mi pasado?
    
    Con el tiempo me di cuenta que, por más que intente verme fuerte y masculino, mi cabeza sigue pensando como antes, es decir, sigo siendo un sumiso. No tengo éxito con las mujeres por razones obvias, jamás podrían superar estar con un hombre sin pene y una sola vez lo intenté con una prótesis realista que, aún así, no logró engañar a la chica en ese momento. Nunca me había sentido tan humillado. Arrodillado, totalmente desnudo frente a una mujer que no paraba de reír.
    
    –¿Me estás diciendo que no tienes pene? ¿Naciste así o que diablos eres? ¿Una mujer?!– me decía entre risas. De pronto se acercó a mi y me guió a la cama hasta recostarme por completo. Me levantó las piernas y las abrió. Volvió a reír al mirarme. La imagen era hilarante: un musculoso hombre con vagina abierto de piernas y expuesto frente a una mujer que no dejaba de burlarse. Me dio una palmadita en el trasero antes de hablar.
    
    –Solo te diré dos cosas, amiga… Preocúpate de estar siempre depilada porque te verías mejor y vuélvete gay… te iría ...
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