El partido de pádel - Relatos Eróticos

El partido de pádel

Últimamente me he aficionado mucho al pádel. Es un deporte que no cansa demasiado para alguien anti deportista como yo y que además es divertido. Eso y que los hombres adoptan unas posturas demasiado sexys para alguien tan sexual como yo. A la par que esa agresividad con la que juegan me pone mucho. Imagino que en vez de golpear la pelota están golpeando mis nalgas con la misma fuerza.

Desde hace algún tiempo juego una vez por semana con Julio y dos amigos suyos. Victor y Sergio son de la edad de Julio y también son unos maduritos interesantes. Victor tiene 52 años, está casado y con dos hijos varones. Tiene el pelo canoso, mide 182cm, está definido de cuerpo. Unas buenas piernas, gracias a la bicicleta y unos buenos brazos gracias al pádel. Tiene una sonrisa muy bonita y algo maliciosa. Casi siempre está de coña en los partidos, soltando algún comentario guarro que me pone a cien. Se le ve muy mujeriego y alguna vez, si hay chicas jugando en la pista de al lado, les pega un repaso de caerse para atrás. Tiene buena polla. En los vestuarios el que repasa soy yo y en la ducha puedo recrearme mirando el rabo de Victor. Es largo y venoso, no muy gordo, unos buenos huevos peludos al igual que su culo hacen que me quede boquiabierto cada vez que lo veo enjabonarse bien sus partes. Hasta Julio me tiene que llamar la atención. Sergio es algo más bajito, unos 175cm, más fuerte, pelo rapado. Lo que más me llama la atención es su culo respingón ya que siempre lleva pantalón blanco y marca bien sus nalgas. Cuando va a buscar la bola a la pared veo su culo moverse como un flan. Al igual que el paquete de Victor que se mueve de un lado a otro y se me hace una peli porno en Cámara lenta.

Aquella tarde Julio y yo estábamos jugando de maravilla. Íbamos empatados a sets y este último ganábamos 5-2. Victor estaba más enérgico que otros días. No paraba de decir guarradas y de tocarse las bolas.

- Quién pierde paga - dijo Julio.

- Yo te invito a una caña y si quieres me la chupas jajaja - rio Victor.

- Yo me tomo esa caña, unas bravas mientras me la chupan y tú te haces una paja - dijo Julio.

Todos reinos y yo me puse cachondo imaginando la escena. La mano de Julio metiéndose disimuladamente por dentro de mi pantalón me hizo reaccionar.

- Tenemos que ganar este partido. Porque voy tan caliente que te voy a reventar - me dijo Julio mientras hurgaba su dedo en mi agujero.

- Jugamos o qué? - preguntó Sergio – Julio sacó su dedo de mi agujero, se lo chupó y me dio una palmada en el culo.

Y así con esa calentura ganamos el último punto. En las duchas fue un peloteo de fallos del partido entre unos y otros. Mientras ellos se acusaban yo miraba como el agua resbalaba por el culo lampiño de Sergio y por el peludo de Victor. Julio me miraba de vez en cuando, me giñaba un ojo y se sobaba bien la polla. Terminamos de ducharnos y fuimos a tomar algo, todos menos Sergio. Estando a medio tapeo llamaron a Julio de la empresa que había llegado el informe ...