1. Sergio y sus amigos heteros


    Fecha: 08/06/2019, Categorías: Gays Autor: cjdkrkro55, Fuente: TodoRelatos

    ... por igual, bro.
    
    Sergio, obediente y meneando el culo levemente debido a los efectos del alcohol, se ocupó de sus amigos. Se subió también al carro, y segundos más tarde los cuatro chicos sentados en el sofá tenían las pollas desnudas. De ellas ascendía el olor característico a verga dura. Era Sergio el que con diferencia disfrutaba más de la situación. Se empezó a tocar y presemen abrillantó la punta de su picha enorme. Tenía la polla más dura que nunca, y se cuestionaba si estaba en un sueño, cuando alguien lo tocó por la espalda. Era Max. Solo que no era Max, o por lo menos no completamente. Existe algo en el alcohol, más allá de su simple influjo químico sobre las neuronas, que desata al ser humano y sus deseos más ocultos, de sus cadenas. Consigue que se abandone a sus sentimientos más profundos. Que olvide los prejuicios, la crítica social, el sentido y solo esté dispuesto a dar goce a sus instintos más puramente biológicos.
    
    Max, con una sonrisa ebria en medio de la cara, señaló hacia abajo. Sergio siguió la dirección de sus dedos hasta dar sus ojos con un torso desnudo, la polla blanca y rígida dura delante de su boca, y antes de que pudiese decir nada, Max le instó a callarse con un gesto de mano:
    
    -Ven. Ven aquí, Sergio, mi rey, y cómeme la polla entera.
    
    Sergio obedeció. La polla de Max le abrió la garganta lentamente, y entonces aquel macho descarado lo agarró de los pelos y lo forzó a tragar polla como si no existiese otro alimento en el mundo. Las babas le salían a Sergio por las comisuras de la boca. Se atragantaba con aquel enorme pollón, pero aquellas embestidas con que Max le perforaba la garganta le inducían un placer tremendo, por no mencionar el pensamiento de estar siendo finalmente dominado por otro hombre.
    
    De repente, y sin que Sergio se diese cuenta, pues estaba completamente concentrado en dar placer a la polla abriéndose camino a través de su boca, varios dedos lo agarraron de los vaqueros. Unos brazos fuertes tiraron de la tela hacia abajo. El culazo latino de Sergio, dos bulbosas nalgas rígidamente iluminando bajo la iluminación de la habitación, quedó al descubierto.
    
    Max embistió a Sergio nuevamente por la boca, esta vez agarrándolo fuertemente por la cabeza, para evitar que se girase y entendiese lo que estaba ocurriendo.
    
    Un pene duro le rozó el ano. Sergio, entendiendo asustadizo lo que se pretendía hacer con su culo, quiso rehuir la introducción. No iba a dejar que gozasen de su culo. No era gay. Porque había aprendido que solo era gay aquel que dejaba que le introdujesen una verga por el culo, y mucho peor si lo gozaba.
    
    Entonces, los tres machos juntos, Damián, Raoul y Billy, le metieron, no la polla, sino los puños por el culo a Sergio al mismo tiempo.
    
    Sergio gozó como un mariconazo. Gimió como una puta. Se abrió de piernas para aceptar aquellos tres brazos musculosos en su culo.
    
    Al siguiente día, cuando todos despertaron, vieron que Max seguía con la polla en el interior de la garganta ...