VIEJOS RECUERDOS Y UN NUEVO COMIENZO - Relatos Eróticos

VIEJOS RECUERDOS Y UN NUEVO COMIENZO

... avanzaron más y más hasta que un día nos hizo besarle la vagina y sus nalgas y pues obviamente nos causaba gracia hacerlo, y era de esperar que poco tiempo después nos hiciera chuparle el coño y el culo, cogía una de nuestras cabezas y la incrustaba en su entrepierna o bien daba la orden de que le abrieran el culo y así una tercera poder lamerle el ano, cada vez que alguien la lamía el ano ella se aseguraba que su mascota tenía que introducir toda su lengua hasta adentro, mientras que ella tenía que sujetarla de la nuca empujándola aún más en su culo, nos ordenaba mirarla mientras se masturbaba para después chuparle el clítoris que era bastante imponente no sin antes ordenarnos en una fila y turnarnos para postrarnos ante ella y besarle la vulva, otros días se echaba en una cama o en el sofá boca abajo mientras que nosotras le besábamos las nalgas y lamiamos su ano o bien le chupábamos los pies o la vagina si es que nos era posible mientras que ella disfrutaba de nuestras atenciones sin la menor preocupación, incluso llegaba a sentarse en algunas de nuestras caras mientras nos ordenaba lamerle el ano, sabíamos lo que hacíamos, puesto que nos tenía en su juego psicológico, pero simplemente cumplíamos de buena gana debido a la “lealtad” que le teníamos, y peor aún cada una de nosotras se aseguraba estrictamente de no decirle nada a nadie de lo sucedido.

Pasaban los días de esa forma de adoración, que en muchas ocasiones, por no decir todas, era muy emocionante para nosotras y era quizá lo único que ansiábamos cuando ella llegaba, el chuparle los pies, coño o culo eran sus órdenes, aunque también usaba esa actitud a modo de supuestos castigos

Podía ver como se acomodan para adorarla, éramos un aproximado de 5 o 6 niñas que cuidaba a diario o mejor dicho entrenaba, aquella que le servía de asiento miraba fijamente el enorme culo de mi ama, mientras que su pequeño rostro desaparecía cuando ella presionaba su gigantesco culo contra ella, a veces usaba un cojín que ella mismo hizo a fin de no presionar tanto nuestras caras, dicho cojín tenía un agujero en el medio o tan solo era un soporte para los muslos, o también usaba un asiento con mallas las cuales tenían una gran abertura justo entre las nalgas de esa forma podíamos lamerle y chuparle el ano tanto como ella quisiera

Al considerarla como nuestra reina suprema, nadie podía desobedecerla, ella decidía cuánto tiempo debíamos adorarla, cuando empezar y cuando terminar, caminaba por el cuarto, mientras que nosotras postradas en el suelo debíamos ser agiles para poder besarle los pies.

Cada tarde que venía la saludábamos como nos había enseñado

Nos arrojábamos sus pies casi siempre elegía a 2 o 3 de nosotras y las hacia arrodillarse de forma erguida y las acercaba a su coño y a su culo, si llevaba una falda las metía debajo de su falda, cuando eran 3 ponía a 2 en su coño o bien en su culo.

Las cosas y los días transcurrían de esa forma alrededor de 3 años, con nuevos juegos o escenas ...