VIEJOS RECUERDOS Y UN NUEVO COMIENZO - Relatos Eróticos

VIEJOS RECUERDOS Y UN NUEVO COMIENZO

Un saludo para todos, este es el primero de los muchos relatos que contare más adelante, mi nombre es Roxana, o como me llaman, la esclava 3, puesto que soy una de las tantas esclavas que tiene mi ama (Jenny), la cual tiene un gusto por acumular esclavas en todo lugar o como ella lo llama, ya sea perras, mascotas y entre otros nombres que se le ocurra, además soy la encargada de dar a conocer todo acerca de nuestras vidas y la supremacía de mi diosa

Todo comenzó hace ya varios años, actualmente ella tiene 36 años y tiene 1 hija, que por lo que me comento a sus cortos 12 años ya demuestra actitudes de domina aunque no tanto en el aspecto sexual, se separó de su marido, ella es muy alta a comparación de otros, mide como casi 2 metros, las proporciones y curvas que maneja son aterradoras, sumada a su personalidad dominante y la belleza innata que posee, por otro lado yo tengo 26 años, algunas de sus esclavas no pasan de 30 años, otras son mayores que ella incluso algunas ni tienen edad de 2 dígitos, sonara raro pero les iré contando de a pocos, aun así le gusta dominar familias enteras y tiene un gusto mayor por las mujeres que por los varones, quienes poco o nada participan en su vida diaria.

La conocía desde hace tiempo, cuando apenas era una niña de apenas 10 años, ella (20) me cuidaba a mí y algunas amigas del condominio, este no era muy grande pero me sentía a gusto viviendo ahí, Jenny era una chica bastante confiable para muchos, podía notar que era bastante voluptuosa y más alta que muchas mujeres del vecindario (note esas cosas ya de adulta, era muy ingenua de niña), aunque claro no tenía mucho uso de razón a esa edad.

Solíamos jugar muchas cosas, era muy atenta con nosotras, casi siempre éramos niñas, ya que había muy pocos niños en el condominio y terminaban en otros lugares. Pasaron algunas semanas con ese tipo de atenciones, nos volvimos tan apegadas e inseparables a ella, que muchas veces escuchábamos o hacíamos más caso a lo que ella decía que a lo que decían nuestros padres, pasado ese tiempo algunas cosas cambiaron pero al tenernos apegadas a ella no se notaba nada raro tan solo otras actividades de diversión, o eso nos decía ella , ya que era parte de sus juegos psicológicos, pasamos a cosas o juegos relacionadas a reyes y súbditos o como eran en realidad ama y esclavas y todas las veces ella era la reina, debido a que nos hacía pensar que era un juego, se aseguraba totalmente que no le dijéramos nada a nuestros padres, nos manipulaba mentalmente que todas nosotras terminábamos autosugestionadas a no decir nada del tema, además nos parecía tan normal ese tipo de atenciones, nos hacía arrodillarnos o postrarnos ante ella besando o lamiendo sus zapatos, sus sandalias no sé cuál era la razón para que ninguna de nosotras se negara, es más lo hacíamos de buena gana y en algunos casos terminábamos peleando para ver quien debía adorarla, chuparle los pies, besarle la mano en señal de pleitesía, besarle las piernas, no paso mucho ...