1. MI HERMANA, SUS HIJITAS… segunda crónica.


    Fecha: 21/08/2021, Categorías: Dominación / BDSM Fetichismo Incesto Autor: zoorromexico, Fuente: SexoSinTabues30

    ... pistola en la cuca, la niña me miraba con ojos enormes y enrojecidos, la empecé a bombear desenfrenadamente y al sentir que la erupción era ya inevitable le saqué la bichola y se la metí en la boca para que se tragara el semen de su enardecido amante.
    
    Ese botín, ese manjar infantil que mis niñas representan para mí, no podía dejar de ser mío; por lo que decidí hacer cualquier cosa para que las niñas siguieran siendo mías hasta que por su edad pudieran decidir otra cosa. Mi hermana tenía que estar de acuerdo o permanecería de manera indefinida en aquella clínica de desintoxicación o ser sometida por otro medio. Me valía madre lo que aconteciera.
    
    Esperanza llegaría el sábado por la tarde, pues al haber estado internada por casi tres meses, estaba desarreglada y su aspecto no era el mejor. Ella fue dada de alta del tratamiento el jueves; sin embargo, le ordené que antes de ver a sus crías, se sometiera a un tratamiento de belleza de un día y se comprara ropa que la hiciera ver como lo que era, una hermosa mujer en la plenitud de su belleza. Quedaría hospedada en un hotel de lujo, en donde recuperaría la confianza y pusiera en orden sus pensamientos.
    
    El viernes pasé a verla al hotel, comimos ahí mismo y más tarde, subimos a su habitación para ultimar detalles de su regreso. Era de verdad un espectáculo erótico verla, ya arreglada y enfundada en ese vestido corto, me paró la verga y decidí clavar con ella hasta que segregara todo el jugo sexual acumulado durante el encierro, de nuevo seríamos “esposos”. ¡Ah! mi primera vagina y mis primeros besos; la adoro, pero me la cojo. Al entrar a su habitación me miró con picardía y me pidió opinión respecto de su ropa interior; se levantó el vestido y giró haciendo que la tela del mismo formara un circulo que enmarcaban un par de muslos de infarto. Me le fui encima, la tiré en la cama y le arranqué la ropa como pude, quería admirar de nuevo esa escultura viviente y cogerla hasta por las orejas. Me excitó de manera muy cabrona y tenía ella que recordar nuestro juego prohibido, dándome a mordidas salvajes en los labios y dejándome en libertad plena, su cuerpo quedó a mi merced para satisfacer mis antojos.
    
    Con el vestido roto y con la tanga a medio muslo, le pedí que recargara sus manos contra el muro y me puse en cuclillas frente a su culo de diosa; con los pulgares le separé las nalgas y le planté el beso negro más apasionado que jamás había yo entregado. Se dio la vuelta y me besó como cuando era niña, con una pasión desbordada y con una deliciosa lengua sabor a miel. Me agarró la víbora y la masajeó para que llegara muy levantada a su sexo, se tiró en el piso y dijo “aquí”. Me desnudé con la reata bien parada y me puse encima de ella, la besé, me recorrí un poco para chupar sus senos y muy despacio me bajé al pozo para abrevar ese néctar del amor ¡qué delicioso!
    
    El perfume de su vagina y su sabor dulce y ácido los llevo en la cabeza como el recuerdo más evocador de mi adolescencia. Con el ...