1. Sometida en la bodega parte 1


    Fecha: 05/06/2019, Categorías: Dominación / BDSM Hetero Autor: Manossexys, Fuente: SexoSinTabues30

    ... grande».» Te calentó recordarlo, putita? Eres una golosa. Bájate los pantalones, ponte en cuatro. Dónde estàn las esposas». » En el clóset, con las otras cosas, Bebé. Qué me harás, mm? Dime qué me harás?». Saqué la caja con los juguetes sexuales, salvo uno que acababa de comprar por la mañana, una bala vibradora con control remoto, y un hilo dental minúsculo, los cuales tenía reservados para el siguiente paso de mi plan. Ella tenía puestos los hilos de siempre, los que venían junto a su disfraz de monja erótica que usó para una fiesta con su ex marido, cuando era más delgada, pero también menos culona y tetona. «Te lo metía rico, no es cierto? Quién te lo metía mejor de tus dos amantes ? El que era tu amigo o el que era tu pololo? Tú, amor ,tú me lo metes rico. La respuesta me molestó, porque sabía que el tamaño de su ex la seguía calentando. Así que la agarré del pelo y le dije que dijera la verdad, cuál de los dos. » Mi ex, Amor, mi ex. La tenía gorda y larga. No me entraba en la boca, siempre me dejaba con dolor de mandíbula, salvo cuando estaba drogado y no se le ponía tan dura hasta que la tenía adentro de mi boca. Cuando ya lo sentía enorme, me la sacaba y me ponía en 4. Me penetraba muy duro y me dolía así que gritaba mucho, lo que lo hacía azotarme con mucha violencia, pero me gustaba. Estás contento ahora?» «No, estoy más enojado -fingí- y le di certeras nalgadas que dejaron mis manos completamente marcadas en su cola. » Ay, ay, bebé, pero estas nalgadas son mucho más ricas. Sigue pegándome, ocupa el látigo, te lo suplico». En lugar de obedecer sus órdenes, tomé sus manos y la esposé para sacar con mis dientes su hilo. La hice pararse para poder arrancárselo y le dije que estrenaría otra tanga diminuta y que tenía otra sorpresa,pero que debía esperar. «Ay, me intriga la sorpresa, pero pégame o déjsme chupàrtelo». Le puse la cegadora y el gagball para que no me lo pudiera chupar, acción que intentó evitar pues quería mi verga dentro de sus fauces. Verla cómo la tenía dispuesta para mí había conseguido que mi pene se parara más de lo habitual, se engrosara más. Para provocar mayor excitación golpeé sus nalgas con mi verga y luego sosteniéndola del pelo levanté su cara y pasé mi pene por su cara, lo que provocó que soltara gemidos contenidos por la bola que la amordazaba. Continué con mi plan hundiendo su cara contra el colchón y me senté en su nuca, asfixiandola, por lo que me levantaba y con el látigo castigaba sus nalgas enrojecidas. Me paré para constatar que tan mojada estaba y noté una pequeña poza en el colchón. Metí mis dedos y era un humedal que sonaba y salpicaba jugos de placer. Miré el velador y me percaté que el dealer me llamaba, así que cogí el teléfono y en vez de contestar , lo metí en su concha para que la vibración se encargará de estimularla más. Los gemidos se volvieron más nítidos , verdaderos alaridos. «Aló, qué tal Bro, en cuànto llegas?». «Me atrasé rey, pasé a buscar a mi novia y llegó en 10 minutos. Espérame en la ...