Mi médico me bajó las pantimedias - Relatos Eróticos

Mi médico me bajó las pantimedias

... y sentándome me abrió suavemente las piernas y se quedó mirándome la entrepierna enfundada en las pantimedias color piel que dejaban ver una tanguita de encaje negra, sus ojos brillaban.

--Mi amor te voy a devorar esa conchita caliente - y comenzó a chupármela por encima de las prendas; yo pensaba en mi esposo por momentos y en otros me concentraba en la lengua de Edu que jugueteaba en mi vulva y muslos, sentía como se mojaba por su saliva y mis jugos, sentía el clásico cosquilleo que enciende el fuego en mi vientre y queriéndome resistir intenté una vez más zafar aunque no muy convencida por lo que calculo, Edu se dio cuenta, se paró, me tomó la mano y la metió debajo del ambo de cirugía, su pija estaba tiesa y palpitante, de a poco se la acaricié y la saqué de su encierro, nos miramos y nos besamos apasionadamente. Creo que ese fue el "momento" porque sentí la necesidad de tener su pija dentro de mi vientre.

Me apoyé contra su cuerpo y me estremecí sintiendo su falo enhiesto contra mi concha. -Doc. necesito su pija caliente, penétreme, penétreme… --Lore, mi amorcito esta va a ser toda tuya, date vuelta y tírate sobre la camilla de costado- al hacerlo me subió la mini, me bajó las pantimedias y la tanguita hasta la mitad de los muslos y apoyó el glande de su pene en mi vulva que palpitaba. Me sentía muy puta y solo sentía el intenso deseo de que ese hombre me poseyera con fuerza. -por favor penétrame que no aguanto, aah.-y agarrándose de mis tetas empujo su verga dura hasta que su pelvis golpeó en mis nalgas.

---aaaaaah, si, si mmmm- Que sensación hermosa, ahora su enorme pija entraba y salía por mi concha mojada, haciéndome sentir tan mujer, tan viva…era todo muy loco ya que ahí estaba yo siendo penetrada por mi jefe y no sintiendo culpa, es más, me estaba gustando mucho y lo disfrutaba y deseaba. Todo el sentimiento de remordimiento por mi esposo se me había borrado, solo sentía el fuego de este macho que me penetraba con buen vaivén, y el ruido de los tacos de mis botas contra la pared…toc, toc, toc…mientras seguía llena por su verga que me hacia estremecer de placer. Estaba tan concentrada en su verga dura que sentí perfectamente elmomento en que se contraía más y asiéndose de mis caderas gruñó y me clavó la pija al fondo, estaba tirándome su semen contra el útero, chorro tras chorro sentí inundarme la vgina y las palpitaciones de esa hermosa verga. Yo sin terminar seguía encendida y como nunca lo había hecho cuando me la sacó me di vuelta y me metí esa hermosa pija en la boca, estaba muy caliente y lamí el semen que todavía salía del pito. Nos acomodamos la ropa y comenzamos el día laboral sin tensiones.

Desde aquel día, mis jefes me tienen como a una reina con regalos que disimulo como un gran sueldo. Espero no haberlos aburrido y avísenme si quieren conocer otra de mis cogidas furiosas con mis doctores”.

Autor: Lorena. Mail: lorepanty@hotmail.com