Mi médico me bajó las pantimedias - Relatos Eróticos

Mi médico me bajó las pantimedias

Este relato lo escribí hace varios años…era muy joven e inocente…pero deje de serlo, aunque todavía sigo casada con Leo y pasaron muchas más cosas ricas en estos años.

“Hola gente linda, quiero contarles esta historia que viví para poder descargar parte de la culpa que siento desde que se manifestó en mí una faceta de mi vida que nunca imaginé existía, pero para nada arrepentida; si un poquitín culposa, porque obviamente que yo permití que sucediera y continué con mi vida como si nada… pero paso a relatarles mi historia y el punto inicial donde hizo "clic" mi sexualidad.

Les cuento que soy una mujer casada, de 30 años de edad y con mi cuerpo estilizado ya que no he tenido hijos; mis tetas están turgentes y pulposas y mi cola no es delas más bonitas, pero recibo muchos piropos en la calle al pasar. Hace un año y medio a mi esposo le bajaron el sueldo por reacomodación en la empresa por lo que decidimos que yo trabajara y con la ayuda de una amiga conseguí un puesto de secretaria en un Instituto de Traumatología donde ejercen tres médicos. Asique tuve que sacar de mi lo mejor de mis condiciones inter relacionales y dedicarme a cuidar mi nuevo trabajo.

Todo marchaba correctamente y sin inconvenientes, yo aprendía mi labor y los doctores me trataban muy cordialmente, además iba conociendo a los pacientes y podía charlar con algunas personas que contaban sus dolencias. Pero una mañana, habiendo transcurrido tres meses en el instituto, fui una hora antes para terminar una facturación. Estaba en un cambiador colocándome la chaqueta cuando sentí que abrían la puerta y para mi sorpresa el Dr. Millán (Edu) estaba parado delante mío y yo en corpiño. Edu es un hombre de unos 50 años muy amable y varonil.

-Discúlpame Lorena, pero vos sabes que cuando termino una cirugía complicada quedo muy tensionado y al escucharte entrar pensé en vos y como me gustas-.

Me quedé por un momento sin saber que decir y atiné a susurrar - Dr. Disculpe le recuerdo que estoy casada y lo respeto a mi marido, si quiere le preparo un té-.

Pero otras eran sus intenciones y avanzando hacia mí me tomó por los hombros y mirándome a los ojos me dijo -Chiquita vos sabes que estás fuerte y me calentás, sácame la tensión-y me besó, su lengua se abrió paso a través de mis labios y encontró la mía. Desconcertada no atiné a zafar y Edu siguió besándome el cuello y el lóbulo de mi oreja derecha, y como sin querer sus manos se posaron en mis muslos y fue acariciándome por debajo de la falda. El silencio era tan espeso que se escuchaba el roce de sus manos sobre la lycra de mis pantimedias.

--Mi amor que suave son tus medias y que ricas tus nalgas mmmm- -Por favor, no siga…le pedía yo, pero Edu no se detenía y mientras me chuponeaba las tetas, con su dedo empezaba a calentarme la concha que para esta altura estaba lubricándose y él lo notó. -Lore relájate que vamos a disfrutar nuestros cuerpos mamita-

Nos corrimos hacia atrás hasta que quedé apoyada en una camilla en desuso ...