Con la vendedora de cicles ( y su hija) - Relatos Eróticos

Con la vendedora de cicles ( y su hija)

... pretexto de pedir su ropa para lavarla, obviamente conozco los secretos de mi baño por lo cual se exactamente por donde se puede ver el interior de la regadera. Antes de preguntarle si podía tomar su ropa ya tenía sus calzones en mi mano, me sorprendió lo limpio y nuevos que estaban, era en calzón sencillo, pero muy ajustado, sin embargo se marcaba esa linea color amarillo que deja la forma de su vagina, escarbe un poco más y encontré los de la hija, ese si, un poco más sucio, seguro que por ser pequeña no tiene los hábitos de limpieza como los de su madre. Así que fueron estos los primeros que lleve a mi nariz, di un fuerte suspiro y ese olor a orina y hizo que me me parara de inmediato, en este punto mi pene ya chorreaba liquido, el cual me quite con los calzones de la mamá.

De inmediato me acerque a la cortina de la regadera y lo primero que pude ver fue a la madre, estaba de espaldas, tenía un cuerpo perfecto, nalgas bien formadas y una cintura muy pequeña, seguí observando mientras olía el calzón de la pequeña, esperando el turno de poder verla, en ese momento quería bajarme el pantalón y masturbarme, pero pensé, necesito guardar mi esperma para una de las dos, así que me contuve lo más que pude. Después de esperar un poco, la madre hizo un giro, dejando ver el cuerpo de la hija, que puedo decir, pude ver perfectamente sus pequeños senos, ya un poco grandes como para su edad, sus pezones muy duros, imagino que por el baño, pero la cereza en el pastel fue ver aquella pequeña linea, con vellos muy delgados que apenas empezaban a crecer… y la mamá, no se quedaba atrás, senos firmes y pezones muy duros.

Una vez que terminaron el baño y con el pretexto de que su ropa estaba en la lavadora, les pedí que se fueran a la cama así desnudas, con lo cual no tuvieron problema y fueron directo a la cama. Yo espere un rato en la sala, esperando que se durmieran para poder meterme a la cama. Luego de un rato decidí entrar a la recamara, ahí estaban las dos, como es temporada de calor, solo las tapaba una delgada sabana, lentamente me quite la ropa y me acosté junto a Viridiana, pude sentir su nalgas entre mi pene, ya que me puse justo detrás de ella, mi erección no la despertó, o eso creo, así que me anime a seguir tocando, primero sus senos y poco a poco fui metiendo los dedos a su vagina, creo que a Viridiana le gusto mi presencia, ya que estaba muy húmeda, así que mis dedos esteraron sin problema. Al ver que no oponía ningún tipo de resistencia, la tome por la cintura de un golpe la penetre por detrás, tan fuerte que lanzo un pequeño gemido y por un instante hizo que la pequeña Lupita se moviera, así que continúe penetrándola despacio pero dando fuertes estocadas, tomándola del cabello y tapándole la boca para no despertar a su hija.

Así continúe por un rato, pero unos momentos antes de eyacular, recordé que la pequeña Lupita estaba junto a mi, lo cual me encendio aun más al imaginar su pequeño cuerpo desnudo. Me detuve por un momento, estire mi ...