1. Alberto mi ex (Parte 2)


    Fecha: 30/05/2019, Categorías: Infidelidad Autor: subtitulados, Fuente: CuentoRelatos

    A: ¡Que ricas nalgas, mmm!
    
    Lu: ¿Dónde andas amor, ya es tarde, tardaras aún más?
    
    L: ¡Ah, sí cariño, ya descansa!
    
    A: ¡Dile que su mujer es mi puta!
    
    Lu: ¿Que dices nena?
    
    L: ¡Nada cielo, bueno bye!
    
    Continuaba en el futuro restaurante de mi ex Alberto, respondí la llamada de mi marido, pero Alberto aprovecho para meter sus dedos en mi vagina y querer hacerme gritar, yo me contuve y no porque no quisiera que supiera que estaba cogiendo si no que no quería que supiera que era con Alberto.
    
    El me masajeaba las nalgas mientras sus tres dedos entraban y salían de mi vagina, yo apretaba su verga con mis manos, ¡me miraba desafiante y gustoso de que yo era su víctima!
    
    L: ¡Seguro que aquí traes a tus putas!
    
    A: ¡Pero ninguna como tú, tu eres de lujo!
    
    L: ¡Jajá, eres un maldito!
    
    A: Y tu una puta infiel, siempre soñé verte en cuatro recibiendo dos vergas, ¡eso me pone como loco!
    
    L: ¡Seguro te hubieras desmayado si eso pasaba!
    
    A: ¡No creo, hubiera pagado por ver!
    
    Lo mire fijo sus ojos y fui nuevamente a mamarle la verga, mientras eso le hacía, él me contaba con detalle cómo le hubiese gustado compartirme, metía su rico palo lo más que se podía a mi boca, el sabor a semen con mis fluidos me encantaba, poco a poco se volvía a poner duro, el me acariciaba la espalda y me pegaba más a su verga, sentía como se endurecía en mi boca, ¡estaba yo lista para recibir una nueva friega de mi ex!
    
    Me recosté en la orilla de la cama y nuevamente levanto mis piernas, me penetro suave, esta vez era más lento y más rico, me besaba los pies, yo se los ponía en la boca, él se endurecía más con eso que yo hacía, me apretaba los muslos, ¡me acariciaba las nalgas y poco a poco me la metía más rápido y más adentro!
    
    L: ¡Así nene, uf, así!
    
    C: ¡Que rica puta, uhm!
    
    L: ¡Que rico me coges, que rico me besas los pies!
    
    A: ¡Amo tus ricos pies, pero amo más tus piernas de campeonato y tus ricas nalgas ni se diga!
    
    L: ¡Son tuyas papi!
    
    A: ¡Agh, que puta eres, me matas, así debiste ser cuando éramos pareja!
    
    Nos pusimos de pie el levanto mi pierna y me penetro fuerte, me mordía las tetas, me apretaba las nalgas, yo le mordía el cuello y le besaba la boca, me encantaba lamerle sus pezones, ¡el me ensartaba más y más rico!
    
    ¡Me puse en cuatro en la alfombra, el me tomo de la cintura y me penetro con fuerza, yo sentí riquísimo como me empujaba su rico animal, me encantaba estar así y él lo sabía, me daba de nalgadas, seguía acariciando mis muslos y me arañaba la espalda con violencia!
    
    A: ¡Quiero que el cornudo vea como te deje!
    
    L: ¡Basta, no me marques, no soy vaca!
    
    A: ¡Pero si mi puta y tengo que marcarlo bien!
    
    L: ¡Agh, arde, dios, que tosco eres!
    
    A: Cállate y goza mi verga nena, toma, ¡toma mi verga!
    
    L: ¡Ah, uf, ah, dios, ah, qué bien se siente!
    
    Él se acostó en el suelo y me pidió volver a cabalgarlo, pero esta vez invertidamente, yo subí dándole mi espalda la cual seguía lacerando, me movía suave, levantándome un ...
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