Qué es lo que hace un taxista - Relatos Eróticos

Qué es lo que hace un taxista

... decía lo hermosa que era (muy mentiroso) y que daría lo que no tenía para tenerme para él. Sin mediar más palabras comencé a tocarle el bulto. Se notaba algo grande pero todavía flácida. Se bajó el cierre del pantalón y saco una importante verga ya casi dura, me encanto su forma y tamaño y comencé a franelearla, de arriba abajo. Así sentada como estaba podía percibir el olor caliente a su pija. Y también comencé a calentarme. Nos besamos de lengua, besos húmedos y suspiros…y yo subía de temperatura. Él puso su mano derecha en mi entrepierna, y como ese día llevaba medias de lycra con ligas en los muslos color tostado, pudo tocar mi vulva por encima de la diminuta tanguita roja, que corrió fácilmente y uno de sus dedos penetraba mi conchita caliente y deseosa de tener el ariete que ahora tomaba con mis manos, bien duro, gordo y baboso.

Nos separamos y agachándome se lo bese, bese su glande rosado y duro…ummmm…que rico. Comencé a chupársela golosamente, me encantaba su olor a pija húmeda y caliente. Él me decía que era muy buena chupando pija, que estaba tan caliente que si pudiera se casaría conmigo…puro verso como todos los hombres.

Luego de un rato de mamársela le pedí que me cogiera ahí mismo, pero él me dijo que solo quería hacerme mi colita que se veía espectacular; yo solo me di vuelta en el asiento y subiendo mi pollera, pare mi colita y se la ofrecí. Me chupo el ano bien rico y lo ensalivo bien para luego agarrarse su hermosa verga durísima y guiarla en mi agujerito tembloroso del placer que me provocaba estar así con Raúl, haciéndome suya, su hembra ardiente. Sentí como su cabezota comenzó a penetrar mi ano que, aunque me quejaba de dolor seguía metiéndola firme y sin pausa, haciéndome sentir cm a cm su verga, hasta que sentí lleno el culo. Aunque me dolía, solo sentía la necesidad imperiosa de ser sometida por la cola con terrible verga hermosa, dura y venosa. El bombeo era riquísimo, yo estaba con los ojos cerrados, mordiendo mi labio inferior, sintiéndome muy hembra…su hembra. Solo se escuchaba nuestros gemidos y el clásico Toc, toc, toc, toc de mis tacos de 12 cm contra la puerta del auto, en cada embestida de Raúl dentro de mi culo, sintiéndome empalada y escuchando el toc, toc, toc, toc de mis tacos. Acariciaba mi clítoris con los dedos de mi mano derecha, frotándolo secuencialmente y sintiendo mucho placer mezclado de dolor anal.

Me sentía muy puta así en el taxi pagando con mi cuerpo la espera que, aunque era por trabajo, no me importaba por tanto placer que me daba Raúl con su verga ensartada en mi culo. Y no me había equivocado en nada sobre su tamaño, realmente era una verga hermosa, recta, dura…ummmm…Toc, toc, toc, toc seguía sonando ante cada embestida dentro mío. Hasta que mi semental no se aguantó más y acabo con chorros calientes de leche en mi recto, haciéndome sentir un sensacional orgasmo por su palpitante verga dentro mío. Que bien me hizo acabar!!!

Nos recompusimos unos minutos, él salió a fumar un ...