1. Qué es lo que hace un taxista


    Fecha: 13/05/2021, Categorías: Fetichismo Autor: Lore, Fuente: TodoRelatos

    Una de mis tareas en la constructora es la de realizar los depósitos de sueldos y pagos a proveedores, con lo que tenía que recorrer un par de bancos, una mañana siempre al inicio del mes. Para esta tarea debía utilizar el servicio de un taxi que quedaba exclusivo para mi durante todo mi raid bancario.
    
    Fue así como una mañana de final de primavera llame a la empresa de taxi para que me enviaran un móvil y lo espere sin antes retocar mi maquillaje y perfume. Estaba vestida con un vestido negro con falda corta, zapatos boca de pescado negros y de taco aguja de 12 cm., por supuesto que llevaba puestos un conjunto de soutien armado y puntilla con una tanga roja de lycra, tipo hilo dental, y unas medias de lycra con liga siliconada, por encima de la mitad de mis muslos, color negras.
    
    Cuando llego el taxi baje y lo aborde saludando al taxista que me sonrió y saludo muy cortésmente, no sin dejar de mirar mi entrepierna que se abrieron al subir. Se trataba de Raúl, un hombre de unos 55 años, robusto y barrigón, sin bigote ni barba y con cabello oscuro y corto. Muy charlatán, ya que siempre que subía a su taxi me contaba de su día laboral o de su familia con mucho detalle.
    
    Me llevo hasta el primer banco y espero hasta que pague por ventanilla varias cuentas. Luego fuimos a otro banco donde tuve que depositar para sueldos, pero por un inconveniente en el sistema debería esperar, así que salí para decirle a Raúl que me demoraría y él con una sonrisa picarona me dijo que esto me saldría caro; a lo que le sonreí y le dije que no sea malito. Luego de más de una hora de trámite por fin pude subir al taxi para que me llevara a la oficina.
    
    Pero el taxista tenía otras intenciones por la larga espera y me dijo textual…” Lore no pensaras que esto se arregla con plata, ¿no?” a lo que le respondí, que facturara lo que debía a la empresa ya que era por trabajo. No, no chiquita, lo que quiero es que nos tratemos dulcemente aquí en el auto. ¿Comoooo? Le dije…y me miro fijo a los ojos y dijo que quería cobrarse con mis atenciones esa espera. No Raúl, no podés pedirme esto…-¿Por qué no? Si estas hermosa y seguro no te atienden como corresponde. No entendía lo que me estaba diciendo, o mejor dicho no podía creer que fuera tan osado. La verdad que en esos días no tenía sexo con mi marido ni con Juan (mi jefe) ya que estaba muy preocupado por unas construcciones retrasadas y demás…en fin, pero tampoco estaba tan necesitada como para entregarle mi cuerpo a este taxista.
    
    Siguió insistiendo en que la pasaría bien con él, que no me arrepentiría porque el sabría tratarme como nadie; y viéndolo como era y que por su tamaño quizás esté bien cargado, me pregunte que perdería…y sinceramente no pude encontrar un buen motivo para negarme la oportunidad de conocer otro cuerpo…y le propuse que solo accedería a tocársela.
    
    Condujo el auto hasta un estacionamiento poco concurrido y alejado del centro, se bajó y subió en el asiento trasero junto a mí. Me miro y yo a él, me ...
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