Mi relación con Paula 6 - Relatos Eróticos

Mi relación con Paula 6

... iba a correr paraba. Así me tuvo un buen rato. Yo no podía más. Se puso de nuevo encima de mi, sentada en mi pelvis pero sin penetrarla, aplastando mi erección. Mi pene podía notar lo húmeda que estaba. Rozaba con el la entrada de su vagina pero ella no me dejaba acceder. Comenzó a tocarme el pecho con los pies y los subió hasta mi boca. Algunas veces habíamos jugado con ellos y en alguna ocasión se los había comido, pero esta vez estaba a su merced y esa noche pude recorrer con mi lengua cada rincón de sus preciosos pies.

Se bajó de mi pelvis y me pidió que elevara las caderas. Yo hice caso, obediente, y colocó un cojín debajo de ellas para luego abrirme las piernas. Me dijo al oído que ella tenía otra sorpresa para mi.

La escuché coger algo. Por el sonido no sabía identificar que era. Tardo un par de minutos en volver a la cama y mi excitación no hacía más que crecer. Noté como se colocó encima mía y me dijo que abriera la boca. Haciéndole caso la abrí y me golpeó el labio mientras se reía. Me preguntó si sabía que era pero yo estaba un poco desconcertado. Me pidió que abriera de nuevo la boca y al introducirlo supe identificar de que se trataba. Lo metió y sacó varias veces de mi boca. Yo me puse muy cachondo en ese momento. Me volvió a preguntar si sabía que era, evidentemente, mi respuesta fue que era un dildo. Paula se rió y me dijo que esa noche ella me iba a follar a mi.

Paula siguió introduciendo el dildo en mi boca cada vez más profundo. El dildo no era pequeño, tenía un tamaño considerable. Yo me dejaba hacer. Me encantaba hacerlo. Cuando había tenido relaciones con chicos, comerla, era una de las cosas que mas disfrutaba. A Paula le estaba encantando follar mi boca. Hacía que me lo tragara todo y me tapaba la nariz para no dejarme respirar, hasta que no podía más. Cuando lo tenía dentro me abofeteaba. Cada vez me follaba la boca más fuerte, se notaba que estaba muy excitada.

No dejaba de repetirme mientras me follaba la boca lo mucho que le estaba gustando. Yo notaba sus jugos caer sobre mi. Estaba muy mojada. Alternaba follarme la boca con sentarse sobre mi cara para que le diera placer.

No sé el tiempo que estuvo así pero a mi me supo a poco. Después se colocó de nuevo entre mis piernas. Yo tenía el pene a reventar, duro como una piedra y con una sensibilidad que cualquier roce iba a hacer que me corriera.

Paula elevó mis piernas y comenzó a dilatar mi culo. Primero suavemente con su lengua para pasar a introducir uno de sus dedos poco a poco. Mi excitación hizo que dilatara muy rápido y pudo introducir hasta tres dedos sin problema en poco tiempo. No dejaba de decirme lo mucho que le gustaba que mi culo se dejara penetrar tan rápido. Seguidamente se preparó para follarme con el dildo. Lo colocó en mi ano y se fue abriendo paso lentamente hasta introducir el glande. Ella me acariciaba la cara y me decía que le encantaba verme así. Yo solo podía responder que necesitaba tenerlo dentro y que me follara.

Paula me ...