La soñaba en la web y ahora la conocí - Relatos Eróticos

La soñaba en la web y ahora la conocí

... que metiera, ella se reia, ‘me gusta un puto desesperado por pija’.

‘Decime que sos, dale, quiero escucharte’, ‘Soy tu puto, soy un puto barato’, ‘Sos peor que un puto barato, sos un puto que paga para que lo sometan y lo cojan’, a mi encantan ese tipo de guarradas y ella era buena humillando. Siguió, ‘Dale puta, si querés pija vas a tener que suplicar que te coja a pelo, que te coja sin forro, dale, pedí’, y yo supliqué, quería sentir esa carne de pija en mi culo, ‘Por favor, culeame sin forro, haceme sentir esa carne toda adentro, te lo pido, dale placer a tu pija, no tengas piedad con tu puto’. ‘Ahora vas a tener lo que querías’, sentí como apoyaba y enterró media pija de un saque, una sublime combinación de dolor y placer, esa que hace a putos como yo viciados en anal duro.

Después de la primera mitad siguió enterrando firme, la sensación era divina, parecía que me estaba partiendo al medio, ‘Ay amor, tu pija me está destrozando el orto, me estoy enamorando de tu pija, clavame hasta los huevos!’. Hasta que apoyó todo su peso en mi cuerpo, sus caderas y sus huevos contra mi culo, yo estaba transfigurado de placer con su poronga dilatando mi culo al máximo. Ella me mordisqueaba el cuello, lengua en la oreja, besos en la boca, y empezó a mover la pija en mi culo, despacio al principio y después más y más fuerte, hasta que se volvió salvaje, sacaba todo y enterraba de nuevo, yo estaba en éxtasis, hacia tiempo que no cogían tan bien.

Ninguno hablaba, solo existían su pija y mi culo, yo aguanté todo lo que pude, el placer era muy intenso y no quería que terminara, pero no duré mucho y largué mi leche en las almohadas. Ella siguió bastante más, la turra era aguantadora y aprovechaba su puto al máximo. Aún con los huevos vacíos yo seguía teniendo placer, hasta que me mordió con fuerza en el cuello y largo el lechazo adentro mío, ‘Si, llename de leche, preñala a tu puta’. Se relajó sin salir de arriba mío mientras su pija se encogía en mi culo. Estuvimos unos minutos así hasta que se acostó al lado mío, yo empecé a sentir como la leche chorreaba de mi culo, ella me acariciaba ‘Que rico puto que sos, un trolo divino’, ‘Me dejas que te coja de nuevo?’, y me besó en la boca.

Obvio que dije que si, ‘Todas las veces que quieras mi amor!’. Descansamos un rato y me pasó por las armas de nuevo, una sola vez porque tenía que seguir laburando. Salí con el orto caceroleado total y un hermosa marca de puta que quedaba apenas debajo del cuello de la camisa. Ahora nos vemos seguido, es mi Diosa!