1. Mikaela, búlgara o estonia?


    Fecha: 10/04/2021, Categorías: Sexo Oral Autor: Fernando, Fuente: TodoRelatos

    Al vivir con compañeros con los que no comparto demasiado suelo tener fines de semana muy aburridos. Entre semana todo bien porque trabajo, pero los sábados y domingos pueden convertirse en una pesadilla si me quedo en casa. Soy hiperactivo y necesito constantemente estar en movimiento. Por lo mismo, me voy a la playa, a hacer deporte o, como en la ocasión que desencadena el relato, me siento en un parque a leer.
    
    Era un domingo del verano pasado, ya había ido a la playa donde había observado detalladamente decenas de tetas solitarias, en parejas o en grupos de tres o más personas. Aveces siento que ver tantas tetonas juntas modifica mis conexiones neuronales y produce un cambio irreversible en mi cerebro. En fin, no hablé con ninguna así que me había quedado con la adrenalina en la punta de la lengua. Decidí entonces ir a un parque a leer, nunca lo había hecho y podría tener suerte. Interactuar con mujeres es mi afición principal. Me encanta su feminidad y sus sonrisas por lo que no pierdo ocasión para conversar con una.
    
    Decidí ir al parque del castillo de Pedralbes de Barcelona, pues se encuentra cerca de mi casa. Llevé un libro, porque también soy fanático de los clásicos y una botella de agua para no tener que regresar antes de tiempo por la deshidratación. Al llegar, entré y caminé por el camino de la derecha. Inmediatamente vi a una mujer hermosa que, en pleno verano usaba una prenda algo más larga que un top y un short. Estaba sentada en el pasto sobre una manta y leía un libro (o eso me pareció a mí). De lejos se veía que era alta y tenía muy buenas piernas: blancas y gruesas. Tal vez me vió, yo la miré y seguí mi camino. En ese momento confirmé que esa mujer estaba increiblemente bien ¿pero qué tan accesible es una mujer así de hermosa? Decidí seguir caminando a ver si encontraba alguna otra mujer que pudiera competir con ella. Mientras lo hacía pensaba en las altas probabilidades de rechazo a las que me enfrentaría en unos minutos. No encontré a ninguna otra mujer que llamara mi atención, por lo general tienen que cumplirse algunos requisitos: que esté sola, que sea femenina y que tenga una postura corporal abierta al diálogo. Así que regresé a donde estaba ella y me senté a veinte metros de distancia, ella en la sombra y yo bajo el sol. Dejé que me viera y que supiera que estaba yo ahí y con un par de miradas calmas pero determinadas le hice saber que en cualquier momento podía acercarme a hablar con ella a intentar seducirla.
    
    No se fue ni se incomodó, así que no dejé pasar más el tiempo, me acerqué hacia ella y le dije: "has escogido el mejor lugar para leer", explicándole también como era imposible concentrarse bajo el sol y que ella en la sombra estaba bendecida. Sonrió y tuvo una amabilidad que me sorprendió positivamente, por lo que le pregunté si podía sentarme a su lado. Aceptó, por lo que agarré mis cosas y me senté junto a ella. Mikaela era una mujer muy sensual de ojos celestes y rostro redondo. El "top" que usaba me ...
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