Mommy, mi nueva vida. Parte 1
Fecha: 25/05/2019,
Categorías:
Dominación / BDSM
Autor: anastorum, Fuente: TodoRelatos
... hablas?
-Verás... tengo mucho poder Mía en esta ciudad, se podría decir que mis antecesores la fundaron. Soy Natasha Riveretti y he conseguido tú tutela entre ayer y esta mañana con sólo un par de llamadas telefónicas.
Mi cara tenía que ser un espectáculo. Mi tutora... ¡Oh, no! Esto no va bien, no me gusta esta mujer.
- No pienso aceptarlo, ¡jamás!
Sin pensarlo salí corriendo abriendo la puerta como un demonio.
-¡Mía! ¡Ven aquí! -Alcancé a oír.
Pero corrí y corrí y corrí y... me perdí.
Así que Natasha Riveretti..., su apellido era conocido por toda la ciudad, era la familia más adinerada e importante que había aquí.
¡Mierda! Tengo frío. Con las prisas de irme no cogí el abrigo y es invierno.
No sé cuántas horas llevo caminando pero ya me duelen los pies y ha refrescado más, es de noche y tengo miedo. Me encuentro en una especie de bosque, aquí no me encontrará ese monstruo. Debo buscar refugio, sino me voy a acatarrar, tiene pinta de que va a llover.
Efectivamente, comenzó a chispear y yo sólo veía árboles por todos lados.
De repente escuché ladridos de perros a lo lejos, no sabía de dónde provenía pero lo único que se me ocurrió fue esconderme en un árbol. La lluvia caía intensamente y el frío me calaba los huesos. Los ladridos cada vez eran más cercanos. Empecé a encontrarme muy mal, estaba tiritando y empecé a ver borroso, pero alcancé a ver las luces de las linternas que provenían de detrás de mí. Recogí mis rodillas, las rodeé con mis brazos y escondí mi cabeza. Tenía miedo.
-¡Mía! ¡Mía! ¿Dónde estás?
Era la voz de Natasha, se escuchaban más pisadas, muy cercas de mí. Hasta que un perro me empezó a olisquear y empezó a ladrar.
-¡Aquí está! - Gritó la voz de un hombre.
-Mía, Mía, ¿estás bien? -Era Natasha, se notaba muy preocupada.
Yo estaba asustada, no sabía si me azotaría ahí en medio, ahora era mi tutora legal y podía hacer conmigo lo que quisiese, pero no pasó nada de eso, me cargó en sus brazos, he decir que no peso mucho y tampoco soy muy alta, mido 1.56 cm y peso 51 kg.
-¡Oh, Mía! ¡Estás ardiendo en fiebre! José tápanos con el paraguas hasta llegar al coche. - Indicó Natasha a uno de sus hombres.
-Mommy.... yo.... lo siento mucho... yo...
-¡Shhhhh! Ya hablaremos de esto en casa cuando sea el momento ahora tienes que estar bien.
Sin saber por qué, me agarré de su cuello y lloré, ahora sí me sentía una niña y se sentía muy bien esconder mi cabeza entre su pecho.
Cuando llegamos a casa Mommy me puso el termómetro, tenía 39ºC de fiebre. Me bañó con agua tibia en mi bañera, al principio quise quejarme pero no tenía fuerzas para discutir y menos para recibir otro castigo porque seguro que esto no lo va a pasar por alto. Tuvo sumo cuidado bañándome, con suavidad, yo lo agradecí, me sentía algo mejor y lo importante, ya no tenía frío.
Me vistió con un pijama de niña, concretamente, de unicornio blanco y rosa súper calentito y me recostó en la cama. Me tapó y al rato trajo un ...