Por fin supere la soledad - Relatos Eróticos

Por fin supere la soledad

... saber si me podrías hacer sexo oral?-

-Si eso te hace feliz claro-

Ella me bajo mis Boxers lentamente, mis Boxers eran holgado, así que se notaban un poco, cuando ella los bajo, mi pene erecto salió rápidamente, ella abrió la boca y se lo metió en la boca, yo pensé que ella lo iba a hacer lentamente e inexpertamente pero lo hizo de una forma casi profesional, yo ya estaba en el paraíso, ni siquiera había usado condón, no sé por qué pero no me importo y deje que siguiera. Yo estaba en el cielo gozando de la forma en la que lo hacía, tanto suave y lentamente así como en momentos lo hacía con una velocidad, todo eso solamente en el glande mientras que con sus manos acariciaba mis testículos, goza bambuco mejor que masturbándome evidentemente, aun con todo el placer logre decir:

-¿Cómo aprendiste a hacerlo tan bien?- tartamudee un poco

-Mi primo y yo lo hacíamos de vez en cuando- me dijo y siguió haciéndome sexo oral.

Era algo impresionante el sentir sus labios recorriendo mi pene, era algo que no se puede describir, su lengua pasando por todo mi glande, una mano acariciándome los testículos, sabía que no pasaría más tiempo antes de eyacular, así que se lo hice saber:

-Voy a eyacular- le dije entre cortadamente

Al parecer no le importo ya que ahora lo hizo más rápido y eso apresuro mi eyaculación, ella se tragó completamente mi semen, luego me dijo:

-Ahora es mi turno- me dijo excitada

Se empezó a quitar sus pantalones y su blusa, quedando solamente en ropa interior, luego se quitó el brasear, luego se quitó sus panties, era la primera vez que veía una, pero me pareció increíble, no tenía mucho vello al igual que yo. Se acostó en la orilla de la cama, yo me hinque y vi su vagina más de cerca, así que me acerque a hacer lo que había visto en algunas películas porno, comencé a besar sus muslos, acariciaba sus piernas y eso lo emocionaba, con mi lengua lamí toda su vagina como si se tratara de una paleta, hacia círculos con mi lengua y la metía un poco, ella solo alcanzaba a gemir y le dije:

-Apuesto que ni tu primo lo hacía tan bien como yo- luego seguí lamiendo

-Claro que no, lo haces mucho mejor, no pares- al terminar de decir eso me apretó contra su vagina, la verdad es que no me importaba, seguir haciéndolo, porque también sentía algo de placer al hacer esto, mientras lo hacía tocaba sus pechos y jugaba con sus pezones, en algunos momentos me dejaba su vagina y lamia un poco sus pezones.

Continúe así hasta que escuche un gemido mayor a los que ya había hecho, fue cuando me dijo:

-Por favor ya métemelo, quiero que seas el primero-

Claro que lo iba a hacer, pero primero saque de la bolsa el paquete de condones y luego saque un condón, lo abrí y le dije a Carmen:

-Pónmelo con la boca- le pedí

Ella solo accedió con la cabeza, primero lo vio buscando el lado por el que iba a entrar el condón, luego se lo puso en la boca y me lo puso hasta la punta, luego con su mano lo desenrollo, me dio unas pocas lamidas ...