1. Viaje a la humillación


    Fecha: 06/03/2021, Categorías: Fetichismo Autor: elzorro, Fuente: CuentoRelatos

    ... habló con calma tratando de tranquilizarla.
    
    - Lo sé. Pero tenemos que mantener la calma. No sé cuánto tiempo estaremos aquí. Es mejor que orines y así estés más relajada. Es importante que podamos pensar con claridad.
    
    La muchacha le miró y Juan se dio la vuelta colocándose en la esquina de la celda para darle algo de intimidad.
    
    El sonido de un pedo, seguido por el sonido del pis rompió el silencio durante unos segundos.
    
    - Ya puedes...
    
    Juan se giró y miró a Susana.
    
    - ¿Lo has oído verdad? - dijo ruborizándose.
    
    - Es natural. Somos adultos y vamos a salir de esta.
    
    La chica asintió pensativa.
    
    - La próxima vez cantas. - añadió.
    
    Juan la miró y a pesar de la situación ambos dibujaron una sonrisa.
    
    Media hora después llegaron tres hombres con unas bolsas de deporte. Uno de ellos tenía bastante barriga, otra cara de pocos amigos y el tercero, alto y atractivo, iba enmascarado.
    
    - ¿Quiénes sois? - preguntó el tipo de la máscara.
    
    Los turistas contaron su historia.
    
    - Mentira. Sois espías.
    
    De nada sirvieron los intentos de razonar con aquellos tipos.
    
    - Hablaréis. Tú primero. - dijo señalando a Juan.
    
    Susana reaccionó nerviosa.
    
    - ¿Qué van a hacerle? Déjenlo en paz por favor.
    
    - Tranquila muñeca, que también habrá para ti.
    
    El tipo gordo esposó a Juan, que fue forzado a ponerse a cuatro patas.
    
    El otro tipo, separó las piernas y con los muslos sujeto el tronco de la víctima medio sentándose sobre él mientras el enmascarado sacó una vara de la bolsa.
    
    - Bien. ¿Vas a decir algo?
    
    - Pero, si ya les he dicho todo. - protestó Juan.
    
    El tipo gordo desabrochó los pantalones de la víctima y tirando de ellos y de la ropa interior le dejó con el culo al aire.
    
    - Tienes casi tantos pelos como yo. - dijo el tipo de la panza soltando una risotada desagradable.
    
    Luego, el otro hombre, sin avisar, separó las nalgas y le metió un dedo en el ano.
    
    - Aufff - se quejó Juan.
    
    Susana intentó protestar, pero no le salieron las palabras. Aquello no podía ser real, era demasiado, y lo peor de todo es que todavía no habían hecho más que empezar.
    
    Susana observó como la vara golpeaba las nalgas de su amigo e inconscientemente contrajo sus propios glúteos.
    
    Los azotes se prolongaron durante un buen rato.
    
    - Tienes el culo rojo camarada.
    
    - Demasiado vello en esa raja.
    
    - ¡Quítaselo!
    
    El tipo gordo se inclinó y comenzó, uno a uno, a arrancar los pelos del culo de Juan.
    
    - Dejadle. - imploró Susana tras diez tirones.
    
    El tipo gordo, sudando profusamente, soltó una carcajada.
    
    - Déjale.
    
    Juan se incorporó y se subió los pantalones.
    
    - Necesito orinar... necesitamos un cuarto de baño.
    
    - Es cierto. ¡Antonio, trae otro cubo y vacía el que hay!
    
    Juan meó en el cubo mientras aquellos tipos se burlaban del tamaño de su pene.
    
    - Ahora te toca a ti nena... - dijo el enmascarado.
    
    Susana empezó a temblar.
    
    - Dejadla. - dijo Juan ganándose una bofetada.
    
    - ¡Silencio! otra palabra y hacemos que tu ...