1. Una dulce y rica violacion


    Fecha: 21/05/2019, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... cada gota de su leche y cada gota de mis jugos que inundaron hasta el punto de rebalsar mi interior que terminaron de empapar el cojín sobre el que estábamos, lo abrace fuerte por el cuello, agradecida por su pinga, por su leche, por violarme casi a mi voluntad, era verdad que no había querido aceptarlo pero ahora estaba muy pero muy agradecida. El se abrazo a mi por mi cintura mientras se apretaba a mi como queriendo fundirse en mi cuerpo y empujando lo mas que podía su pinga dentro de mi intentando meter mas de lo que ya no se podía.
    
    Ahora bajo sus manos hasta mis nalgas y las abrió mientras mas me apretaba hacia el, me acariciaba mis nalgas con sumo gusto – que rico culo tiene doña Aracely, y que rico cacha Ud. es la primera vez que me han hecho vaciar tanta leche y es la primera vez que tanto me ha gustado. No me quiero salir de aquí, no quiero que se levante, quiero quedarme así con mi pinga dentro toda la noche.
    
    Lo escuchaba y no quería ni podía decirle que lo mismo estaba sintiendo yo, que no se apartara de mi, pero había que hacerlo.
    
    Casi en contra de mi voluntad le dije – ya Jhona, tienes que irte, puede venir mi marido
    
    No quiero irme, es aun temprano, tu marido se va a amanecer, todavía no va a venir
    
    Tenia razón, parecía conocerlo, pues yo estaba segura que faltaba mucho para que llegara pero no podía descartar que fuera este día la excepción y llegara temprano.
    
    Tienes que irte – dije, como haciéndome de rogar, porque en el fondo quería que me suplicara, me gustaba saberme deseada por el y ya empezaba a excitar que empezara a rogarme por mas placer. Yo sabia que de llegar mi marido lo haría tan borracho que no tardaría en dormirse.
    
    Ya vete Jhona, guarda leche para que caches mañana con tu chica o anda búscala ahora mismo.
    
    No sea mala doña Aracely, un rato mas – decía esto mientras se movía dentro de mi, ambos casi estábamos jugando a quedarnos o irnos, mientras casi estábamos empezando nuevamente.
    
    Anda, busca a tu chica y cacha con ella, talvez te esta esperando, anda y dale tu leche a ella también.
    
    Si verdad, - dijo como entendiendo que yo hablaba por hablar como si ya se hubiera dado cuenta que aun no lo dejaría ir. – esta bien dijo – mientras me tiro suavemente a ul lado de el soltándome de su pinga.
    
    Fuera de el contemplé con adoración su bella pinga, era una delicia – que grande me dije para mi misma ¿Cómo es que me trague esa cosa?.
    
    Ves, dijo mientras apretaba su pinga en sus manos, es mas rica que la de tu marido, si o no.
    
    No respondí, no queriéndole darle gusto
    
    Voy a buscar a mi chica y se la voy meter por la boca, por la concha y por el culo ya que tu ya no quieres.
    
    Entonces caí en la cuenta, a mi me encantaba la pinga por el culo, quizá por eso con algo de confianza y dije- mentiroso, apuesto a que tu chica no te deja que se lo metas por el culo.
    
    Porque eres mentiroso – me miro – descubrí entonces que era mentira aunque por un momento pensé que tal vez ya acostumbraba el sexo ...
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